La policía tiene constancia de que algunos delincuentes provocan pequeños accidentes de tráfico para robar vehículos, como ocurrió en el trágico suceso ocurrido el pasado jueves en la zona de servicios del aeropuerto Madrid-Barajas, en el cual murió arrollada la trabajadora de Iberia Raquel. M. C., de 40 años de edad.

Ante este hecho, la Policía Nacional hizo ayer un llamamiento a los ciudadanos para "que extremen la precaución", sobre todo en zonas que puedan ser consideradas como más peligrosas.

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, confirmó ayer estas acciones por parte de individuos o grupos de individuos que provocan colisiones con fines delictivos.

"Igual es mejor tomar la matrícula del vehículo implicado y no bajar del coche", apuntó Cristina Cifuentes, que precisó que lo recomendaba a título personal y que no pretendía crear alarma.

Cristina Cifuentes consideró ayer "deplorable e innecesaria" la muerte el pasado jueves de una trabajadora de Iberia durante un robo, y recomendó a los ciudadanos "que extremen la precaución" si se ven en una situación similar.

La delegada del Gobierno no aportó más datos sobre este caso para "dejar trabajar sin presiones" y no perjudicar la investigación de la policía, a la que felicitó por la rapidez de la detención.

"La investigación va a seguir su cauce de manera rápida, y espero que se pueda detener pronto a todos los responsables del homicidio" para que "comparezcan ante la justicia lo más pronto posible", manifestó. Cifuentes expresó su repulsa por esta muerte "deplorable e innecesaria", ya que "un atraco no tiene por qué acabar así, "con tanta sangre fría".

En este sentido destacó que el índice de delincuencia en la Comunidad de Madrid bajó un 4% en los siete primeros meses de 2012 con respecto al mismo periodo de 2011, un dato que ha calificado como "extraordinariamente positivo".

La delegada del Gobierno visitó el pasado jueves a la familia de la trabajadora de Iberia fallecida para darle el pésame y comunicarle la detención de uno de los presuntos autores del homicidio, y relató que encontró a su marido, a sus hermanos y sobre todo a sus padres "desolados".

Testigo

Vicente Moreno, encargado de la logística de pasajeros para el hotel Best Western Villa de Barajas, fue uno de los testigos de la muerte de la empleada de Iberia. Según relataba ayer en algunos medios madrileños y nacionales, acababa de dejar a un viajero en el aeropuerto de Barajas cuando, en la rotonda que da acceso a la bolsa de taxis de la T-4, ve "un Seat Toledo oscuro salir zumbando" y a un taxista que corre a auxiliar "a una persona malherida [Raquel. M. C.], tirada en el suelo en plena rotonda y rodeada de sangre. Pensó que "la ayuda estará en marcha", pero decidió detenerse por si acaso.

Moreno colocó su furgoneta detrás de la persona herida para protegerla e iluminar el lugar. Llama al 112. "Tranquila, está llegando [ambulancia], no es nada, aguanta", le dice a la mujer que tiene los ojos abiertos, mientras que le coge de la mano y el pulso desciende "a peor". "Han llegado casi veinte minutos, casi media hora, después de llamar", criticó Vicente Moreno tras conocer el trágico final.