El terremoto de magnitud 7,2 que el miércoles azotó a Guatemala y mató al menos a 52 personas, alertó de nuevo al mundo sobre la situación de pobreza y desigualdad que padecen las comunidades rurales del noroeste de este país, que luchan por levantarse y volver a la normalidad. Países como Estados Unidos, Canadá, Taiwán, Venezuela, España, Colombia, México y Costa Rica han ofrecido su colaboración al país americano. Efe.