Ulises García Moreno, guardia civil, de 41 años, del Puesto Principal de Agaete, y vecino de Santa María de Guía, falleció ayer jueves durante la búsqueda de Gabriel Santana Santana, el vecino de La Minilla, en la capital grancanaria, que estaba desaparecido desde el pasado viernes.

Gabriel Santana, de 36 años, fue localizado en perfecto estado de salud por dos agentes, Ulises y un compañero, en el municipio grancanario de La Aldea. Los dos estaban en este operativo de búsqueda y lo localizaron sobre las 13.30 horas, exactamente en el camino entre Tasartico y Güigüi. Otros agentes habían encontrado en la playa la noche del miércoles su caseta con cosas personales.

Entonces, los dos funcionarios, al comunicar que habían encontrado en buen estado de salud al desaparecido, recibieron la orden de regresar al coche, que habían dejado cerca de Tasartico, al inicio de la pista de tierra.

Cuando ya estaban llegando al vehículo, a unos cien metros, Ulises García Moreno comenzó a sentir mal y el compañero fue al coche a buscarle agua. Esto ocurrió sobre las 15.30 horas. Al darse la vuelta el agente, ya con la botella en la mano, se encontró a Ulises en el suelo con síntomas de sufrir una parada cardiorrespiratoria.

El guardia civil pidió ayuda en las casas que estaban cercanas y realizó las maniobras de reanimación cardiopulmonar. Poco después, en torno a las 16.00 horas aterrizó un helicóptero medicalizado, cuyo personal atendió al afectado, y lo trasladó al Hospital Doctor Negrín. El agente falleció en el centro hospitalario a pesar de los esfuerzos realizados.

Los dos guardias civiles habían realizado una larga caminata para volver a Tasartico, tras encontrar al desaparecido cerca de Güigüi,. Probablemente haya sido una marcha de más de tres horas. Es un camino en el que hay que bajar y subir una montaña de unos 900 metros de altura. La temperatura en esa zona, pasadas las tres de la tarde, estuvo ayer entre 28 y 30 grados centígrados.

A la espera de la autopsia

Ulises estaba casado y era vecino de San Juan, en Santa María de Guía. Antes fue soldado profesional y luego entró en la Guardia Civil, hace unos cinco años. Primero estuvo destinado en La Aldea de San Nicolás y en la actualidad, en Agaete.

Respecto al motivo del óbito, la Comandancia de Las Palmas explicó que hasta que se produzca el perceptivo informe de medicina legal los motivos "se desconocen". "Se emitirá el correspondiente comunicado de manera oportuna con el resto de datos que resulten trascendentes", agregó.

Tras darse a conocer la muerte de Ulises, en las redes sociales se multiplicaban numerosos mensajes de pesar y consternación por parte de sus compañeros, como sucedía en el Twitter de la Guardia Civil. Numerosos mensajes mostraban el dolor por lo sucedido. Entre ellos: "Siempre velando por nuestra seguridad y en muchas ocasiones arriesgando la propia vida"; "Mi más sentido pésame a su familia"; "Qué tristeza. Fuerza y cariño para su familia y compañeros"; "Que Dios lo tenga en la gloria. Otro lucero más que nos guiará desde el cielo"; y "Gracias por su esfuerzo y compromiso. Descanse en paz".

Varios funcionarios de la Benemérita destacaron a LA PROVINCIA / DLP que Ulises García era un "currante, serio y profesional" como guardia civil. Como persona, era "un bonachón y un pedazo de pan". "Vaya palo para el compañero que estaba con él", comentó uno de los agentes.

Asimismo, la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) expresó también a través de Twitter su pesar por el fallecimiento del agente y ha trasladado su "pésame a la familia, amigos y compañeros". Los mensajes de pesar por la perdida de Ulises García para la familia también se hicieron de numerosos cuerpos y entidades, como desde la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria y el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes)-112.

Otro fallecido

El anterior guardia civil que perdió la vida en acto de servicio en Gran Canaria fue, en diciembre de 2010, el agente Luis Francisco Rosario Llarena (conocido por Luis el aldeano). Fue en el municipio de La Aldea de San Nicolás, como sucedió ayer con Ulises.

El agente de Tráfico Rosario Llarena murió en la carretera de La Aldea, en Andén Verde, tras quedar sepultado a las 11.40 del mediodía por un desprendimiento de toneladas de rocas y tierra. Un grupo de siete operarios del servicio de conservación de carreteras del Cabildo de Gran Canaria, que estaban limpiando la vía tras un alud anterior, pudo escapar a la carrera tras el aviso a gritos de un compañero.

Al mirar hacia arriba y advertir el alud, uno de los trabajadores, Miguel Ángel Ojeda, comenzó a dar gritos avisando del peligro que se les venía encima. De inmediato, las personas que se encontraban en la zona comenzaron a huir a toda prisa. Sin embargo, el único que no pudo escapar del desprendimiento que ese produjo en el punto kilométrico 21,1, a escasos metros del Andén Verde, fue el agente Luis Rosario Llarena, que recibió un primer impacto en la pierna, que le paralizó en la huida, según los testigos presenciales.

En la carretera de La Aldea murieron, contando al agente Rosario Llarena, 33 personas, desde el año 1949 hasta la actualidad.