El incendio que está activo desde el jueves en el norte de California y que ha causado la muerte de por lo menos nueve personas ya es considerado el más destructivo de la historia del estado, al haber arrasado más de 6.500 edificios y engullido la práctica totalidad de la ciudad de Paradise.

Los servicios de emergencias del estado indicaron en una conferencia de prensa la mañana de ayer que el bautizado como Camp Fire ha quemado 6.453 hogares, 260 edificios comerciales y 40.500 hectáreas, mientras que por ahora los bomberos han logrado contenerlo en un 20%. La mayoría de los edificios ardieron en la localidad de Paradise, de unos 26.000 habitantes.

Además de los nueve fallecidos confirmados (cinco hallados en el interior o cerca de sus vehículos, tres en las cercanías de sus residencias y uno en el interior de una vivienda), hay 35 personas que siguen desaparecidas.

El intenso tráfico que se produjo durante las evacuaciones llevó a muchas personas a abandonar sus coches y huir a pie, lo que a su vez congestionó todavía más las vías de circulación y generó una situación caótica. Debido a los fuertes vientos que soplan en la zona, y que junto a la sequedad del terreno han contribuido a la rápida expansión de las llamas, el humo se desplaza cientos de kilómetros y ha alcanzado el área de la bahía de San Francisco (a unos 280 km al suroeste), donde se declaró alerta roja por la mala calidad del aire.

En paralelo al fuego de Camp, otros dos grandes incendios están activos en el sur de California, cerca de Los Ángeles, siendo el mayor de ellos el Woolsey Fire, que según indicaron las autoridades este sábado ya ha arrasado 28.000 hectáreas. Dos cuerpos fueron hallados en la localidad de Malibú, conocida en todo el mundo por ser el hogar de varios famosos de Hollywood.

La conflagración ha arrasado varias casas en Malibú, Calabasas y la población de Thousand Oaks, donde la noche del miércoles se produjo un tiroteo en un bar en el que perdieron la vida trece personas, incluido el atacante.

En el conjunto del estado, más de 250.000 casas han sido evacuadas, entre ellas las de famosos como Lady Gaga, Kim Kardashian, Guillermo del Toro, Cher, Charlie Sheen, Martin Sheen, Roma Downey, Alyssa Milano, Rainn Wilson, Eddie McClintock y Melissa Etheridge.