Federico Arencibia Bravo de Laguna, conocido y llamado como El boticario de Agaete o simplemente como Don Federico, falleció a los 86 años el pasado martes día 4 de diciembre.

María Esther Artiles, esposa de Federico Arencibia vivió anoche, junto a las hijas de ambos, Maria Esther y Carolina Arencibia Artiles, el duro trance de la última despedida de su marido, cuyos restos mortales fueron incinerados ayer en el tanatorio de San Miguel. Además, les acompañaba familiares y amigos para hacer más llevadera dicha despedida

Don Federico llegó en el mes de septiembre de 1958 a Agaete, donde finalmente se quedó para hacer su vida familiar y profesional.

El farmacéutico siempre se mostró orgulloso de haber elegido la villa marinera para vivir y ejercer su profesión, y era un vecino más, entregado con devoción y pasión al pueblo y a sus gentes.

La antigua botica de la calle Canario en la que comenzó su vida profesional, era el epicentro de la vida en el pueblo, por lo que para estar informado de todo lo que pasaba, lo mejor era ir a comprar algo a la botica. Allí mismo hacía fórmulas magistrales, la prueba de la rana para detectar los embarazos, y cuando llegó la luz, pudo comprar una estufa de cultivo, con la que hasta los análisis se hacían en la antigua farmacia.

Federico Arencibia Bravo de Laguna era sobre todo un hombre entrañable, que hizo de su profesión un culto a la vida, siempre pendiente de la salud de sus vecinos, haciendo seguimiento de los tratamientos, compartiendo el dolor y la alegría de la vida diaria, en ese pueblo que con el corazón eligió como el suyo.

Queda para el recuerdo las tertulias mañaneras en torno al café, con Monzón y con Pipo, amigos a los que tuvo el dolor de despedir hace apenas unos meses.

Asimismo, queda para muchos la imborrable su imagen de Don Federico tras el mostrador de la farmacia en la calle principal, siempre atento, siempre dispuesto a brindar su ayuda.

Desde estas páginas expresamos nuestras sinceras condolencias por la pérdida de Federico Arencibia a María Esther Artiles, como a las hijas de ambos y a todos los familiares y allegados.