Vicente Medina Moreno, medalla de plata de Ciudad de Gáldar, falleció ayer a los 89 años de edad. El municipio reconoció en 2014 su labor incansable al frente de la parroquia de Sardina, para la que estuvo trabajando durante décadas para así conseguir unas mejores instalaciones para sus fieles.
El Consistorio galdense informó ayer en un comunicado de que Medina Moreno nació el 9 de noviembre de 1930 -hoy cumpliría 90 años- en La Montaña de Gáldar fruto del matrimonio formado por Miguel Medina y Rosa Moreno. A los 9 de años, su familia se mudó a Grimón, en el barrio de Barrial, donde nacieron el resto de sus hermanos. A los 14 años empezó a trabajar de aprendiz a desflorillar las plataneras. Después del servicio militar se casó con Andrea González. Sobre 1957, se desplazó junto a su mujer y su hijo a Botija, donde trabajó como encargado de unas fincas de plataneras y terrenos. Allí nacieron el resto de sus 5 hijos.
Vicente Medina iba todos los domingos a misa, como destacó el Ayuntamiento. “Cuando llegó el cura don Julio Sánchez sobre el año 1983, le ofreció trabajar en la parroquia a don Valentín, dejándole una copia de las llaves. Su trabajo consistía en ayudar al cura, abrir y cerrar las puertas de la ermita para los feligreses, tocar la campana antes de comenzar la misa y servirle el vino y agua al cura”, apuntó el consistorio. Su mujer, por su parte, “se ocupaba de lavar la ropa del cura y los paños, limpiar la iglesia, hacer ramos, a la vez que lo compaginaba con impartir la catequesis y asistir a la Legión de María”.
De Medina, que tocó en todas las puertas posibles para mejorar la iglesia de Sardina, salió la petición al empresario Félix Santiago para comprar nuevos bancos para la ermita y a Juan Aguiar para que cediera un terreno en la entrada a la carretera de acceso al faro. La idea era levantar una Iglesia de mayor amplitud. Aunque consiguió el terreno, el proyecto aún no ha visto la luz.
El alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, le impuso la medalla de plata de la ciudad por su trabajo infatigable durante décadas en el barrio costero.
