La décimotercera sesión del juicio contra el presunto asesino en serie Jorge Ignacio P. J., acusado de tres asesinatos consumados, los de Arliene Ramos, Lady Marcela Vargas y Marta Calvo, y de siete en grado de tentativa, volverá a contar con la presencia de agentes de la Guardia Civil que detallarán ante el jurado más evidencias reunidas contra el acusado en la bautizada como "Operación Manuel".

Hoy, los nueve miembros del jurado, integrado por siete mujeres y dos hombres, escucharán a los agentes que participaron en el registro y la inspección ocular realizados en el piso de la calle Isabel la Católica de l'Olleria que Jorge Ignacio P. J. tenía alquilado y en el que encontraron una de las pruebas principales contra él en relación con la desaparición y muerte de Marta Calvo: un pantalón vaquero del inculpado, con una mancha de sangre perteneciente a su víctima, en la que había perfil genético mezclado de ambos.

No será la única evidencia que los agentes expliquen a los miembros del jurado. Además, comparecerán cuatro agentes del Instituto Armado que participaron en el estudio de los movimiento del presunto asesino a partir del análisis de los datos de geolocalización de sus teléfonos móviles a partir de las conexiones a antenas de distintas poblaciones.

Buena parte de ese análisis ha servido a los investigadores de equipo conjunto de Homicidios de València y de la Unidad Central Operativa (UCO) para desmontar algunas de las mentiras del acusado, como por ejemplo, el día que se deshizo del Volkswagen Passat en el que llevó a Marta Calvo desde València a su casa de Manuel en la madrugada del 7 de noviembre de 2019.

Los peritos de la Guardia Civil desgranarán sus andanzas durante esos días, en los que se movió de manera frenética entre Manuel, Xàtiva, l'Olleria, València, el Puig, Paterna, Castelló y Senyera, entre otros municipios, antes de escapar, a primera hora de la tarde de miércoles, 13 de noviembre, a Gandia y València para permanecer 21 días huido, hasta que se entregó en el cuartel de Carcaixent, a las cuatro de la madrugada del 4 de diciembre, confesando el descuartizamiento de Marta Calvo, según él, tras una "muerte accidental" de la joven.

Esta es la segunda sesión en la que agentes de la Guardia Civil explican en el juicio las pruebas periciales que se llevaron a cabo en la "Operación Manuel", algo que está poniendo contra las cuerdas al presunto asesino, ya que evidencian que mintió y dio una versión edulcorada, estudiada y organizada durante su larga fuga el día que se entregó en Carcaixent.

De hecho, tal como ha publicado Levante-EMV, diario que pertenece al mismo grupo que este medio, durante la sesión de este miércoles, agentes de Homicidios y de Criminalística, así como los guías caninos desmontaron su versión del descuartizamiento y posterior arrojamiento a contenedores de Silla y Alzira de los fragmentos del cuerpo de Marta Calvo. La conclusión de los peritos fue clara: en ese baño no se produjo ningún descuartizamiento y a los vertederos no llegó ni un solo resto humano de Marta Calvo.