Juicio

Alves reitera que es inocente: "No me dijo que parara, ni que se quisiera ir, estábamos disfrutando"

La fiscalía mantiene su petición de nueve años de cárcel, la acusación particular, 12, y la defensa pide la absolución o, como alternativa, un año de prisión por la eximente de actuar bajo los efectos del alcohol

El tribunal valorará en los próximos días la petición de libertad provisional formulada por la defensa

Las forenses desmontan la tesis de que Dani Alves iba bebido: “Sabía lo que estaba sucediendo”

Video: Agencia ATLAS | Foto: EP

J. G. Albalat, Germán González

Veinte minutos de declaración y solo respondió a su abogada defensora, Inés Guardiola. Dani Alves reiteró este miércoles ante el tribunal que le juzga por la presunta violación de una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona que fue un acto sexual consentido. "No me dijo que parara, ni que no quería", aseguró. Tras su declaración, la fiscal mantiene la pena que inicialmente solicitaba: nueva años de prisión y una indemnización de 150.000 euros. La acusación particular, ejercida por Ester García en nombre de la víctima, reclamó la máxima condena para este tipo de delito: 12 años. Y la defensa la absolución o alternativamente un año de cárcel y una indemnización de 50.000 euros por la aplicación de la eximente de haber actuado bajo los efectos del alcohol.

Después de tres días escuchando a testigos, mossos y peritos, le tocó el turno a Alves, que permanece en prisión desde el 20 de enero del 2023. Con pantalón negro y jersey blanco, se sentó en la silla delante de los magistrados que deberán decidir si es culpable o inocente. En un momento de su interrogatorio, se derrumbó y lloró. El exjugador del Barcelona recordó que esa noche del 30 de diciembre del 2022 se fue con tres amigos, entre ellos Bruno, a comer en la Taberna del Clínic, donde bebieron cinco botellas de vino, una botella de wisky y otros licores. "Yo bebí dos botellas de vino y varias copas de wisky", reconoció. Después, siguieron la fiesta en otro local, donde bebieron, según su versión, gintonics. Burno y él se fueron a Sutton, donde llegaron a las 2.30 de la madrugada. Los camareros le condujeron, como cliente habitual, a una mesa de una zona vip.

Primero estuvieron con dos jóvenes y después un camarero invitó a su mesa a la denunciante, su prima y su amiga. "Nos pusimos a bailar. Me acercaba a ella, pero siempre desde el respeto. Yo creo que sí que sabían que era Dani Alves", afirmó el futbolista. Explicó que estuvieron bailando pegados con la denunciante, "interactuando y disfrutando". "Empezamos a intimar", recalcó. Según él, la denunciante le puso la mano en sus partes íntimas (la joven asegura que fue él quien le cogió la mano y se la acercó a su pene). "Había una atracción sexual", incidió el futbolista. "Le dije de ir al lavabo y me dijo que sí", explicó. La víctima, sin embargo, declaró que el acusado le hizo una señal desde la entrada de un pasillo y que ella no sabía que iría a un lavabo.

En el lavabo

Alves agregó que entró en el lavabo. Al ver que la joven no iba, se dispuso a salir y se encontró en la puerta con la víctima. "Nos besamos", precisó el astro brasileño. Ella le ayudó a bajarse los pantalones, continuó el deportista. Con poses, el jugador indicó al tribunal como la mujer le hizo una felación y como, después, él sentado en la taza del váter, hicieron el acto sexual completo. "En ningún momento me dijo que se quisiera ir", sostuvo, en contra de lo declarado por la víctima, que denunció que no la dejó salir del lavabo y que la forzó. También en contraposición con lo denunciado por la joven, el deportista recalcó que no la abofeteó, ni la tiró al suelo. "No soy un hombre violento", aseveró. "En ningún momento me dijo nada. Estábamos disfrutando los dos".

En este sentido y tras la declaración, la fiscal apuntó a los magistrados que esta versión no se parecía en nada a la primera declaración de Alves ante la juez instructora, el 20 de enero de 2023, en la que varió tres veces su testimonio en la medida que se le iban enseñando pruebas contra él (dijo que no conocía a la joven, después que ella entró en el lavabo, pero no pasó nada y tras ello que la mujer le hizo una felación).

Este miércoles ante el tribunal, el jugador se acogió a su cuarta declaración ante la jueza instructora: al saberse que había resto de semen en el interior de la vagina de la joven, por primera vez, se refirió a que fue "sexo consentido". "Sí, solo dije lo de la felación en mi primera declaración porque pensé que era lo que mi mujer odia perdonar". Alegó en el juicio Pero además de argumentar que había sido sexo consentido, el jugador quiso dejar claro que ese día había bebido mucho y detalló las bebidas que consumió esa noche. "Había bebido demasiado", admitió. El coche para ir a su casa lo condujo Bruno. Al cabo de unos días, indicó, se enteró por la prensa de la denuncia En ese instante empezó balbucear y a llorar. "Se me vino el mundo encima".

Los argumentos de la fiscal

En su informe final, la fiscal aseguró que en el juicio se ha acreditado el acusado cometió la agresión sexual y que el relato de la víctima es "absolutamente creíble, tiene verosimilitud persistencia e incriminación", desde el primer día. Remarcó que han variado "detalles" pero "el núcleo es el mismo". "La víctima, el lunes, explicó que ese día accedió voluntariamente a ese lugar, no sabía si era un baño o una sala de fumadores", explicó el fiscal, que y añade el voluntariamente lo dijo con énfasis por ese sentimiento de culpabilidad que tienen las víctimas de violencia machista. A su entender, las imágenes de la discoteca corroboran lo declarado por la víctima sobre que Alves le agarró la mano para colocársela en el pene y como ella tuvo un "gesto de asco" y se fue hacia su prima.

La acusación pública incidió en que la víctima "fue muy valiente" y "una mujer muy fuerte" en su declaración, pese a la situación de "terror" que vivió en el baño y que en algunos momentos de su declaración "se rompió". "Ha sido un relato creíble, pero duro, por todo lo que supone para la denunciante", remarca la fiscal. "Todo sucedió dentro del aseo", relató. "Se pregunta la defensa por qué no se fueron si sentían incómoda en ese reservado. Yo creo que muchas mujeres nos hemos sentido incómodas en una sala de baile y no hemos huido despavoridas, continuamos con la fiesta y el señor baboso queda como una anécdota. Pero en este caso no acabó ahí". "Subir a un reservado no implica interés sexual en la persona que acepta una copa", recuerda, y añadió que "no tratar de zafarse del agresor no implica que hubiese consentimiento, hizo lo que pudo". Para la fiscal, "no hay datos que acrediten la cantidad de alcohol" que tomó Alves no lo podemos saber, es completamente saberlo por las imágenes de la discoteca", insistió.

La defensa de Alves pide la absolución

Por su parte, la abogada de la denunciante, Ester García, ha relatado en su informe que, a la víctima "le ha costado muchísimo" llegar a este juicio. "Desde el inicio, desde la misma discoteca ha tenido un relato espontáneo, en la discoteca no pudo entrar en detalle sobre la agresión sexual que sufrió ya que estaba llorando y diciendo 'me ha echo mucho daño', como indicaron su prima y su amiga", ha añadido.

"Carece de sentido que se cuestione a nuestra representada por elemenos periféricos que no tienen que ver con el núcleo central de la agresión sexual", explica la abogada y añade que la denuncia de violación "ha sido persistente durante todo el procedimiento". "Es imposible que una víctima de agresión sexual recuerde todo lo que sucedió como una secuencia minutada a 30 minutos de sufrirla", dijo la letrada en su version.

En su turno, la defensa de Alves, Inés Guardiola, ha afirmado que "el relato de la víctima no reune los requisitos de jurisprudencia, no tiene corroboración en los medios de prueba, es contrario a la prueba videográfica y médica". "Estamos ante un discurso distorsionado y aprendido", explica la letrada sobre la versión de la víctima y sus amigas, quien añade que incurrieron en "contradicciones" y "no se ajusta a la verdad". Por eso pidió la absolución para su cliente, además de insistir en que el jugador había bebido mucho alcohol esa noche.