Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con los cuerpos policiales de Alemania, Colombia, Croacia, Eslovenia y Serbia, han desarticulado la mayor red de distribución de cocaína de Europa, procediéndose a la intervención de 4.010 kilogramos de esta sustancia estupefaciente y a la detención de 61 personas.

La operación se realizó bajo la coordinación de Europol, y es fruto de la cooperación internacional de distintas policías europeas, así como de las autoridades colombianas y estadounidenses.

La organización desarticulada pretendía llevar a cabo una operación de tráfico de drogas desde Sudamérica hasta Europa. En este contexto, Europol activó una operación exclusiva para el desmantelamiento de este grupo criminal, lo que permitió detectar la presencia de diversos miembros del cartel de los Balcanes en diferentes países. Dicha organización criminal estaba compuesta principalmente por súbditos de países del este de Europa, originarios principalmente de Serbia, Croacia y Montenegro. La principal característica del grupo investigado era su importante músculo económico y su falta de arraigo, que permitía a todos sus integrantes asentarse en distintos países, realizar viajes para mantener reuniones y encuentros y disfrutar de un nivel de vida muy alto. Estos encuentros se realizaban en cortos periodos de tiempo, pudiéndose observar cómo se alojaban y frecuentaban hoteles y restaurantes de lujo.

En España, la organización contaba con casas y vehículos que los integrantes del grupo ponían a disposición de los máximos líderes con el fin de dificultar la labor policial.

La finalidad de la investigación policial fue tratar de atacar la cúspide de la organización criminal cubriendo esas reuniones que se celebraban en cada país. Incluso, se pudo comprobar, gracias a la labor desarrollada en Colombia por la Dipol, cómo estaban relacionados con el mundo del fútbol. Por medio de la compraventa de unos jugadores, se seguía el rastro al blanqueo de los beneficios que lograban del tráfico de drogas.

Las investigaciones policiales comenzaron en 2018, cuando se procedió a la detención de un velero en el que viajaban dos súbditos croatas y uno estadounidense. Aquella embarcación fue abordada por el GEO, el Grupo Especial de Operaciones de la Policía Nacional, cuyos agentes intervinieron 1,4 toneladas de cocaína que en ese momento era transportada. Esa droga había sido enviada por la red desarticulada.