INCENDIO EN TENERIFE

Graves daños en el mayor parque natural de Canarias y el hábitat de fauna endémica

Los naturalistas tildan de «catástrofe» el incendio que arrasa la Corona Forestal, un espacio «vital»

Las llamas devoran los pinares de la Corona Forestal de Tenerife.

Las llamas devoran los pinares de la Corona Forestal de Tenerife. / Borja Suárez (Reuters)

El incendio declarado el martes por la noche en los altos de Arafo y que ya ha saltado a la vertiente norte de la Isla está arrasando algunos de los bosques más importantes y mejor conservados del Archipiélago. Se trata de los pinares de la Corona Forestal de Tenerife, el mayor espacio protegido de Canarias.

La Corona Forestal es un cinturón verde de protección natural del Parque Nacional del Teide que se extiende por 46.613 hectáreas. Estos montes en los que predominan el pinar y la vegetación de montaña abarcan 17 de los 31 municipios de Tenerife: La Orotava, Adeje, Los Realejos, Vilaflor, El Tanque, Santiago del Teide, Candelaria, Icod de los Vinos, La Guancha, San Juan de Rambla, Güímar, Arico, Arafo, Guía de Isora, Granadilla, Fasnia y Garachico.

Algunos de los divulgadores más importantes de la Isla ya califican el fuego de la Corona Forestal como «una gran catástrofe natural». Es el caso, por ejemplo, de Jaime Coello, máster en Política y Gestión Medioambiental, naturalista, divulgador ambiental y científico y director de la Fundación Canaria Telesforo Bravo-Juan Coello. «Las llamas están arrasando parajes de un altísimo interés biológico, algunos de los bosques mejor conservados de las Islas», asegura.

Coello enumera las principales razones por las que considera la Corona Forestal un espacio «decisivo para la naturaleza de Tenerife». «Forma un anillo protector del Parque Nacional del Teide, tiene multitud de ecosistemas conectados unos a otros de gran riqueza biológica, es vital para la captación de agua y es el hábitat de multitud de especies, algunas endémicas de Tenerife o Canarias como el propio pino canario, el pinzón azul o los picapinos».

Jaime Coello recuerda que hay otras muchos especies de gran valor en la Corona Forestal, como los invertebrados, las especies de la llamada microbiota (comunidades de microrganismos) o murciélagos y lagartos, seriamente amenazados por el gran incendio forestal que afecta a la Isla.

Juanjo Ramos, especialista en comunicación ambiental y conservación de la biodiversidad, además de fotógrafo de naturaleza y experto en aves, va más allá y señala que se están quemando «algunos de los bosques más importantes de Canarias». «Probablemente las actuales generaciones son las que hemos recibido los mejores pinares de la historia gracias a las políticas de conservación y repoblación que tan buenos resultados han dado», subraya.

Ramos está especialmente preocupado por las especies de aves, que «encuentran en la Corona Forestal un amplio e ideal espacio de desarrollo». Cita específicamente el pinzón azul, un ave que solo existe en Tenerife, así como los picapinos, los petirrojos, los herrerillos y los mosquiteros. «Deben estar sufriendo mucho porque estas especies tienen en algunos de los bosques que se están quemando su hábitat idóneo». «El incendio está afectando a algunas de las joyas ornitológicas de las Islas», enfatiza el naturalista, que sigue desde Marruecos, donde se encuentra desarrollando un proyecto, las evoluciones de las llamas con «enorme preocupación».

Jaime Coello recuerda otro dato importante sobre esta fauna de la Corona Forestal: «Los pinzones azules y los picapinos están ahora precisamente en época de cría. Las llamas les deben estar causando un enorme daño, no sabemos todavía si irreparable».

Una especie emblemática

El pinzón azul, un emblema de la fauna tinerfeña, vive exclusivamente en los pinares tinerfeños. En general habitan a una altitud de 1.000 a 2.000 metros aunque alguna vez pueden verse en cotas más bajas. Dentro del pinar, eligen la zona con mayor número de pinos maduros.

También han quedado arrasados por las llamas rincones con increíbles paisajes de los montes de la Isla. Es el caso del mirador de Chipeque, uno de los más visitados de Tenerife y con una panorámica privilegiada al Parque Nacional del Teide y la vertiente norte de la Isla. Varios vídeos con las llamas devorando la vegetación de este punto icónico provocaron una reacción de tristeza en las redes sociales.