Muerde a su dueño uno de los perros que atacó a policías en Tenerife

Uno de los perros potencialmente peligrosos que hace varios meses atacó a agentes de paisano de la Policía Nacional en el núcleo de San Isidro, en el municipio de Granadilla de Abona, mientras los funcionarios arrestaban a su dueño por un delito de tráfico de drogas mordió recientemente a su propietario en el transcurso de un delito de violencia de género.

Según los escasos datos que han trascendido, el varón, que está a la espera de ser juzgado por distribuir estupefacientes, agredió física o psicológicamente a su pareja sentimental por circunstancias que no han trascendido.

Los guardias civiles que intervinieron tratan de saber si, en un determinado momento, la víctima pudo azuzar al can contra el individuo, de gran altura y corpulencia. El animal lo mordió en una pierna, por lo que tuvo que recibir asistencia sanitaria.

Debido a las circunstancias del episodio de violencia machista, miembros de la Guardia Civil destinados en el puesto principal de Granadilla de Abona detuvieron recientemente al citado individuo.

Y, tras la instrucción de las diligencias, el ahora acusado fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción que se halla en funciones de Guardia en el partido de Granadilla.

Los vídeos en los que se aprecia cómo los agentes de la Policía Nacional eran atacados por tres perros potencialmente peligrosos y se vieron obligados a disparar a los animales se hicieron virales en redes sociales y tuvieron una gran repercusión en medios de comunicación.

Los policías lograron herir a los tres canes y frenar la agresión justo en el momento en que pretendían arrestar y reducir a su dueño, un varón natural de Gran Canaria que se resistió activamente a la acción policial.

Desde varios sectores se criticó duramente la acción de los agentes e, incluso, algunas personas llegaron a calificar a los perros como "animales tranquilos" y a los funcionarios les dirigieron todo tipo de insultos.

Sin embargo, este nuevo ataque refuerza la hipótesis de que, al menos este ejemplar, se trata de un can peligroso, que, en un momento dado, puede ser utilizado "como un arma", según aseguraron en su momento varios sindicatos de la Policía Nacional, que defendieron la forma de actuar de los agentes de paisano.