El poliuretano inflamable de Valencia escasea en los edificios canarios

El exdecano de los arquitectos grancanarios asegura que «pocos» bloques isleños con fachadas ventiladas son de la normativa que permitía aislantes no ignífugos

La investigación se centra en la causa del incendio, pero sobre todo en la rapidísima propagación

Agencia ATLAS / Foto: EP

Desde el barrio de Guanarteme a la calle León y Castillo en Las Palmas de Gran Canaria pasando por la zona de Cabo-Llanos en Santa Cruz de Tenerife. Todos los edificios de las áreas en expansión o renovación urbanística de las ciudades canarias tienen algo en común: la fachada ventilada. En otras palabras, chapa voladiza de aluminio a la que separa de la pared un material aislante térmico y acústico, lo que se conoce en el mundillo técnico como paneles composite. Este revestimiento es el que se utilizó en el complejo de 138 viviendas de Valencia, que acabó el pasado jueves calcinado en cuestión de una hora y se ha cobrado la vida, de momento, de 10 personas. La clave del siniestro está en el aislante. En este caso, se trataba de polietileno, que es altamente inflamable, de ahí la rápida propagación de las llamas. Pero, ¿los isleños residentes en estos nuevos o rejuvenecidos bloques deben estar alarmados?

La torre valenciana, a pesar de levantarse en 2008, su licencia se formalizó en 2005 bajo el paraguas de las normas anteriores al Documento Básico de Seguridad de Incendios (DBSI) del Código Técnico de la Edificación (CTE), que entró en vigor en 2006 y regula la construcción de edificios en España. En aquel momento imperaban las Condiciones de Protección de Incendios (CPI) de 1996, que, por ejemplo, no obligaban a incluir en este tipo de revestimientos unas placas corta fuego, de las que carecía el complejo incendiado, y que ahora mismo son innegociables. Además, según los técnicos de la Consejería de Vivienda del Gobierno de Canarias, el CPI estipulaba que las edificaciones del Archipiélago no requerían aislantes térmicos ni acústicos, por lo que no debería de haber problema con los chapados previos a 2006 en esta tierra.

Antes de 2006, en el Archipiélago no era obligatorio instalar interceptores térmicos y acústicos

No hay disponible un registro autonómico efectivo de cuántos edificios podrían albergar fachadas ventiladas instaladas en tiempos de la antigua normativa. Es más, la presidenta de la Asociación de Constructores de la provincia de Las Palmas, María Salud Gil, apunta a la gran variedad de poliuretano que hay en el mercado como el gran handicap para conocer cuántos coinciden con el revestimiento del complejo siniestrado.

El expresidente del Colegio de Arquitectos de Gran Canaria (Coagc), Vicente Boissier Domínguez, explica que en la capital gran canaria existen «muy pocos» de este tipo, ya que el bum inmobiliario en las Islas, que acabaría por pinchar y desatar la crisis económica de 2008, coincidió con la vigencia ya del CTE, subraya Boissier Domínguez.

Por eso, los canarios que viven en estos residenciales deberían de seguir como estaban antes del jueves: calmados. El Código Técnico, que es el que rige prácticamente todas las construcciones del Archipiélago con esta fachada, si bien exige la utilización de materiales aislantes, lo normal es emplear lanas de vidrio o espumas de poliuretano, que son totalmente incombustibles o ignífugas. De hecho, ninguna vivienda social en Canarias tiene el material del edificio de Valencia, asegura el Ejecutivo autonómico.

Mejorar la eficiencia

«El panel composite es un material que se usa mucho en la rehabilitación, es una solución más sencilla para evitar intervenir demasiado y mejorar, entre otras cosas, la eficiencia energética», remarca el expresidente de los arquitectos grancanarios. «Si un edificio tiene su proyecto, cumple la normativa vigente y tiene licencia de obras, no tiene por qué ser inseguro», argumenta la presidenta del Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de la Edificación de Santa Cruz de Tenerife, Concepción María Diego, quien añade que, con los datos disponibles ahora mismo, «es muy precipitado» valorar las causas exactas del incendio.

Los arquitectos también ponen el foco sobre posibles problemas de sectorización 

No es para menos, la capacidad de un bloque de pisos para aguantar la envestida de las llamas no solo depende del material que recubre la fachada. «Con lo rápido que se expandieron las llamas por dentro, me cuesta trabajo pensar que solo fue por eso», señala Boissier Domínguez. Tanto él como Diego ponen el foco también sobre las vías de evacuación y la sectorización, que es uno de los fundamentos para la protección pasiva contra incendios.