Caso Abierto - La Provincia - Diario de Las Palmas

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El juicio por la operación ‘Corraliza’ sienta en el banquillo a 13 miembros del clan que introducía hachís en Lanzarote

La Fiscalía pide penas de entre 2 años y 9 meses y los 15 años y 9 meses de prisión para el cabecilla, Omar C. C.

Agentes de la Guardia Civil durante los registros de 2016 LP/DLP

Casi siete años después de que la Policía y la Guardia Civil les dieran caza, 13 miembros de un grupo dedicado a introducir grandes cantidades de hachís en Lanzarote -y con tentáculos en Tenerife y Gran Canaria- se sentarán en el banquillo de los acusados esta semana. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas les juzgará por delitos contra la salud pública, de pertenencia a grupo criminal, de lesiones en concurso con uno de detención ilegal, y de blanqueo de capitales

Por estos hechos, la Fiscalía solicita penas de entre 2 años y 9 meses y 15 años y 9 meses de prisión. La máxima condena se interesa a quien considera el Ministerio público que es el cabecilla del clan, Omar C. C., que fue desarticulado en la denominada operación Corraliza en enero de 2016. En ese momento, los agentes se incautaron de casi 500 kilos de hachís, que en el mercado negro habría alcanzado un precio de 791.278 euros, así como pequeñas cantidades de otras sustancias estupefacientes. También de embarcaciones para trasladar las drogas, vehículos de alta gama y diverso material electrónico.

Secuestro y tortura

Según el escrito de acusación del Ministerio fiscal, distintos miembros del grupo criminal, bajo las órdenes del líder, decidieron secuestrar e intimidar a una tercera persona que habría sustraído 270 kilogramos de hachís de su pertenencia que tenían escondidos en la isla. Para recuperar la mercancía, le llevaron a una casa abandonada en la localidad de Macher (Tías) y una vez allí, «lo retuvieron ilegalmente, le encapucharon, le embridaron, y con ánimo de menoscabar su integridad física, le golpearon con un martillo en los dedos de los pies y las rodillas» hasta que recuperaron lo que les había robado.

Además, según explica la Fiscalía, varios de los acusados habrían constituido distintas sociedades en el ámbito de la hostelería con intención de blanquear el dinero procedente de sus actividades ilícitas. Para ello, montaron franquicias de un conocido establecimiento de restauración en distintas localizaciones de Lanzarote y Tenerife con los que también amasarían grandes sumas de dinero.

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