Entrevista | Francisco Alemán Páez Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social

"Es complejo encajar una jornada laboral de cuatro días con la hostelería canaria"

El catedrático Francisco Alemán Páez presenta el manual ‘Casos Prácticos de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social’, un ejemplar educativo escrito por profesionales de Canarias, Córdoba y Cataluña

El especialista aborda en esta entrevista los retos que enfrenta el Derecho Laboral, como el impacto de la inteligencia artificial o la posibilidad de implantar una semana laboral de cuatro días en consonancia con la hostelería

El catedrático Francisco Alemán Páez en la presentación del manual de Derecho Laboral.

El catedrático Francisco Alemán Páez en la presentación del manual de Derecho Laboral. / C. T.

Benyara Machinea

Benyara Machinea

¿Cuáles son los principales problemas que afrontan los magistrados, letrados e inspectores a la hora de aplicar la normativa laboral?

A través del libro, se detecta que ha habido un aumento general de los litigios en toda la rama social del Derecho. A partir de la pandemia se ha producido un tapón dentro del poder judicial y los litigios que tenían una media de seis, siete u ocho meses han duplicado los plazos y en Córdoba, por ejemplo, ya hay vistas para dentro de dos años. Eso es un problema muy importante, independientemente de los ejes temáticos, que siempre son los mismos: temas salariales, despidos… Son los que más predominan en las fuentes de litigiosidad y, sobre todo, los problemas derivados de la digitalización del trabajo, además de los vinculados al empleo público.

¿Cómo ha cambiado la situación con la aplicación de la última reforma laboral?

La última reforma ha permitido un cambio importante en el sistema de contratación y ha posibilitado que haya una conversión de empleo temporal en empleo estable. Desde ese punto de vista, la reforma ha funcionado y sigue funcionando. Pero todo lo contrario, el problema de la litigiosidad no tiene tanto que ver con los ejes temáticos sino con ese problema estructural de que la Administración de Justicia necesita recursos, necesita ese desbloqueo y eso sí es un problema importante que detectan los magistrados canarios y los de toda España. 

Usted presentó la semana pasada en Las Palmas de Gran Canaria, donde tiempo atrás ejerció como profesor universitario, el manual ‘Casos Prácticos de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social’, que ha escrito junto a profesionales de las Islas, Andalucía y Cataluña.

Es un libro referente. La mayoría de los autores son jueces, pero también hay abogados, inspectores y letrados y cada uno fue ilustrando sobre sus respectivos campos de trabajo. La principal apuesta, además de exponer 330 casos prácticos, es que divide los casos por nivel de dificultad. La implantación de los posgrados requiere un tipo de casos más trabajado y complejo, por lo que el contenido del libro hace esa distinción. Eso no se había hecho en los manuales españoles hasta el momento. Sí hay libros de casos prácticos, pero no con esa amplitud ni con esa metodología. 

"La última reforma ha permitido que haya una conversión de empleo temporal en empleo estable"

Es un libro educativo que abarca todos los niveles universitarios, desde el grado hasta el posgrado. 

Efectivamente. Yo soy un poco clásico: aunque ahora toda la didáctica de la vanguardia circula sobre los formatos online, hay que seguir motivando al alumno con las apuestas prácticas. Mis alumnos tienen los materiales evaluados por mí mismo y utilizo las plataformas como un elemento accesorio. Si el derecho hace que, cuando hay problemas y controversias se judicialicen esos problemas, hay que partir del caso práctico, que la misma redacción sea adecuada, que recalque sentencias recientes y que haya una homogeneidad en la redacción. Son casos reales, pero hay que sintetizar bien, en dos páginas, los antecedentes y establecer una metodología. Una vez que está hecho el caso, hay que diseñar una serie de actividades, que es otra de las apuestas del libro. No se trata solo de decir: haga usted un dictamen.

¿Es un reto lograr que los estudiantes se interesen por la rama del Derecho Laboral, a pesar de la influencia que tiene en la sociedad?

Sí porque el Derecho Laboral es, primero, una rama viva, con una fuerte sensibilidad social, y es una rama cercana. Me facilita mucho la labor didáctica el hecho de que nuestra asignatura sea paradigmática. Es decir, está el conflicto y el consenso al mismo tiempo. Esa dialéctica está incluso en los actores que están detrás de ella: las empresas y los trabajadores, o lo que es lo mismo, el capital y la mano de obra. En el tiempo que estuve en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, aproveché la sala de vistas que tienen en la facultad de Derecho para escenificar los litigios porque un alumno, cuando termine la carrera, tiene que defender a una y otra parte y eso hace que se enganche con la rama social del Derecho. 

"Una vez que haya un verdadero control de las horas extra, se podrán dar otros pasos para implementar avances de mayor magnitud"

Dentro del campo laboral, hay quienes apuntan al auge de la inteligencia artificial y de la digitalización como un modelo que rivaliza con la oferta de trabajo.

Sí, yo particularmente me reconozco como un apóstata digital. Ha habido tres macro revoluciones en nuestra génesis evolutiva: una fue la revolución neolítica, otra la revolución industrial y ahora estamos ante la siguiente revolución. Quizás el hecho de que nosotros seamos objeto y sujeto de esa macro revolución industrial y tecnológica, con la inteligencia artificial a la cabeza, no nos damos cuenta del dominio político oculto que hay detrás. Se le da demasiada cancha a la inteligencia artificial y son más las sombras que las luces, desde mi punto de vista. 

¿Cómo se le puede dar salida a este campo? Teniendo en cuenta que retroceder en el ámbito de las tecnologías es un reto difícil. 

Para dar salida a esto, lo primero es establecer un régimen de controles estricto a la inteligencia artificial. A parte de ello, el gran dilema que tiene es desvelar el código fuente. Tú puedes diseñar un programa con tales parámetros, pero al ser una inteligencia artificial ella misma se retroalimenta, con lo que se pueden producir muchísimas violaciones de derechos fundamentales y, desafortunadamente, cuando se producen estas situaciones es muy difícil dar un paso atrás.

En el modelo económico actual. ¿Qué encaje tiene una semana laboral de cuatro días?

En España el encaje de una semana laboral de cuatro días lo veo complejo, en primer lugar porque es un país donde el sector servicios es predominante y, además, la hostelería en Canarias es la gallina de los huevos de oro. Esa propuesta de cuatro días de trabajo y tres días libres requiere que se realice una reordenación estructural del régimen del tiempo de trabajo. El Ministerio, en lo primero que está poniendo mucho énfasis, es en el control de las horas extra. Una vez que haya un verdadero control de las horas extra y de la jornada, se podrán dar otros pasos para implementar avances de mayor magnitud como este. 

"Los alumnos hoy van por lo urgente y, si hay que pagar 6.000 euros de matrícula, pasa a ser un cliente"

En la presentación del manual se muestra bastante crítico con el Espacio Europeo de Educación Superior, que afirma que "catapultó un proceso de degradación universitaria" a partir de 2010. 

No es una opinión mía, sino una postura compartida en el seno del profesorado universitario. La universidad, sobre todo la pública, ha iniciado un proceso de degradación galopante por varias razones, una de ellas es por la mercantilización. El conocimiento se ha convertido en una mercancía más y el auge de las universidades privadas está produciendo una inflación dentro del mercado de títulos. Los centros privados se han asentado muy bien en los másteres y la esencia del ethos universitario, el humanismo, está tocado de muerte. Los alumnos hoy van a por lo urgente, que es el título, y, si hay que pagar 6.000 euros de matrícula, pasa a ser un cliente, no un alumno. También el leviatán universitario ha incrementado la burocracia de forma exponencial y eso rigidializa mucho el funcionamiento interno. Y, por último, si a la universidad se le quita su esencia, que es la presencialidad, está herida de muerte. 

¿La pandemia ha evidenciado más estas deficiencias?

Estoy seguro de que sí. El teletrabajo se nos impuso con calzador y nos convirtieron sin ningún tipo de conversión laboral. Algunas cosas de la pandemia están funcionando bien ahora, como la posibilidad de reunirse de forma online, pero de ahí a relanzar la enseñanza online como paradigma de la docencia, guardo recelo. En primer lugar porque uno no sabe los materiales que los profesores ponen en las plataformas. Hay que elegir bien los contenidos y ya no entro en si los materiales de las plataformas son del propio profesor. Ese es un elemento relevante para garantizar la calidad de la enseñanza

Suscríbete para seguir leyendo