Tribunales

La inteligencia artificial llega a los juzgados

El magistrado Javier Ercilla pone a prueba las posibilidades que ofrece la tecnología para emitir sentencias automatizando las tareas más tediosas

El magistrado Javier Ercilla durante una conferencia en el Club La Provincia.

El magistrado Javier Ercilla durante una conferencia en el Club La Provincia. / Quique Curbelo

Benyara Machinea

Benyara Machinea

"Los juzgados están colapsados". Es una afirmación en la que coinciden jueces, abogados, funcionarios y fiscales de Canarias y que se repite, en mayor o menor medida, en todo el territorio nacional. Tanto el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, Juan Luis Lorenzo Bragado, como la fiscal superior de la comunidad autónoma, María Farnés, reclamaron más medios para hacer frente a la tasa de litigiosidad más alta de España en la apertura del año judicial. La solución más evidente -dotar de más espacios y personal- sigue lejos de materializarse. Ante esta situación, algunos magistrados, como Javier Ercilla, buscan salidas en la inteligencia artificial.

Los primeros usos de esta tecnología en la elaboración de sentencias laborales y sociales ofrecen resultados sorprendentes. La inteligencia artificial es capaz de obtener toda la información necesaria para emitir una sentencia a partir de un escrito de demanda. Puede calcular la indemnización necesaria en un despido improcedente. Permite resolver las revisiones fácticas en los recursos de suplicación que se presentan en la jurisdicción social. Sin embargo, siguen siendo supuestos y no pasan del ámbito de la práctica.

El artífice de estos experimentos es Javier Ercilla García, magistrado del Juzgado de lo Social número diez de Las Palmas. El juez ha probado distintos códigos para automatizar las tareas más tediosas, empleándolos en supuestos reales de sentencias ya emitidas sin el uso de estas herramientas pues, como indica, "no hay una regulación que permita usar IA" en la redacción de sentencias.

"Los trabajos más expuestos serían los relacionados con la programación y la redacción"

"La identificación en el ámbito de la administración de la justicia de todas aquellas tareas susceptibles de ser asistidas y automatizadas por herramientas de procesamiento de lenguaje natural vendría a aliviar en gran parte la carga de trabajo de Juzgados y Tribunales, al tiempo que permitiría centrar esfuerzos en labores de cognición más profunda que implicaran el uso del pensamiento crítico, habilidades que por ahora le están vedadas a las IAs", apunta el magistrado en uno de sus estudios.

En este artículo, denominado Inteligencia Artificial y Revisión Fáctica en la Jurisdicción Social: Integrando GPT-4 en la resolución de los recursos de suplicación y emitido en el número 61 de la Revista Aranzadi de Derecho y Nuevas Tecnologías, Ercilla presenta un programa desarrollado en Tkinter que permite utilizar esta tecnología como una herramienta de apoyo para la toma de decisiones, "no como una solución definitiva". "Aunque GPT-4 es una herramienta poderosa y precisa, no es infalible y puede cometer errores o generar respuestas inadecuadas en ciertas soluciones", advierte.

El visto bueno del juez

Se presenta esta opción "como un dictaminador de posibilidades, verificables por el usuario, más que como un sistema de decisión final". Ercilla avala que "con la simple generación de una ventana de contexto de seis páginas, hemos conseguido un humilde revisor fáctico suplicacional que podría aliviar cierta carga de trabajo a los Magistrados, verificando que el dictamen es correcto, la redacción adecuada y la fundamentación asumible".

El magistrado señala que las bases de datos judiciales, como el CENDOJ (Centro de Documentación Judicial), pueden beneficiarse de integrar las tecnologías complementarias y sus avances en el procesamiento del lenguaje natural. Los resultados evidencian que "las profesiones más expuestas serían las correspondientes a trabajos relacionados con la programación y la redacción", aunque matiza que no se verían afectados los relacionados con el pensamiento crítico porque "juzgar no es solo aplicar el caso concreto al supuesto de hecho previsto en la norma, sino que implica una comprensión del mundo, una interpretación de la norma, voluntades e intenciones".

La IA permite recopilar la información necesaria para emitir una sentencia y calcular una indemnización

En su segundo artículo, denominado Automatización de la Justicia: un ejemplo práctico y publicado en el número 71 del Diario La Ley, utiliza la herramienta Python para ejemplificar las formas de automatizar los sistemas de gestión procesal y obtener de forma automática la información necesaria para la emisión de una sentencia, como fechas o salarios, así como para calcular las indemnizaciones. "Una aplicación más profesionalizada en este sentido facilitaría que gran parte del trámite de los procesos pudiera automatizarse, con la mejora en la eficiencia y tiempos de respuesta de la Administración de Justicia", apunta el documento.

Ercilla recalca: "Los discursos en torno a la digitalización y modernización de la justicia se centran siempre en la eliminación del papel, sin embargo, la importancia no radica en que prescindamos del papel para trabajar, sino en que la información que en tales papeles figuraba, ahora está digitalizada y es tratable. Y es esta posibilidad de tratar el texto de los escritos, la que ofrece el mayor potencial para la agilización de la Justicia y para la automatización de buena parte de la labor judicial".

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