Tribunales

Los tripulantes de un narcovelero con 2.000 kilos de cocaína se enfrentan a 13 años de cárcel

La Fiscalía pide multas de 218 millones para los encausados, que manejaban la embarcación cuando fue interceptada en su trayecto hacia Gran Canaria

Benyara Machinea

Benyara Machinea

Los cuatro tripulantes del velero Mambo, que fue intervenido con 2.032 kilos de cocaína cuando navegaba en las aguas del Archipiélago con dirección a Gran Canaria, se enfrentarán a juicio ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas el próximo jueves. La Fiscalía pide una pena de 13 años y seis meses de prisión y dos multas de 218 millones de euros para tres de los acusados, por un presunto delito de tráfico de drogas, y de nueve años y seis meses con dos multas de 109 millones para la cuarta, a la que se le rebaja la solicitud de condena con respecto a sus compañeros aplicando la atenuante analógica.

Los encausados llevan detenidos por estos hechos desde el cinco de diciembre de 2022, cuando la embarcación fue interceptada en medio de una tormenta por una patrullera de Vigilancia Aduanera y por los agentes de la Policía Nacional. Los sospechosos que pasarán a la vista oral la próxima semana son dos hombres y una mujer de nacionalidad colombiana y otro hombre de origen francés, identificados con las iniciales C. G. V., Y. G. T., F. C. y A. P. N.

Sobre las 9.40 horas , el buque Fulmar logró dar con el velero, que llevaba un pabellón identificativo de Estados Unidos. En su interior, los agentes encontraron 81 fardos de cocaína, con una riqueza media del 78,73% y con un valor en el mercado de 72.697.288 euros. La intención de los acusados, según describe el escrito de acusación de la Fiscalía, era "proceder a su distribución en la Isla" con "total desprecio por la salud pública".

El ‘Mambo’ llegó el 12 de diciembre de 2022 al Puerto de La Luz remolcado por el buque Fulmar

Los agentes hallaron distintos objetos que supuestamente habrían utilizado los detenidos para llevar a cabo las actividades delictivas, entre ellos dos GPS, un teléfono, un ordenador portátil o un dron. Al registrar a los cuatro tripulantes, fueron intervenidos también varios teléfonos móviles y cantidades de dinero -en dólares, euros, pesos colombianos y bolívares venezolanos- que según la acusación procedían de las operaciones incoadas.

Meses antes de interceptar a los acusados, en verano de 2022, los investigadores de Vigilancia Aduanera y de la Policía Nacional ya habían venido analizando minuciosamente las operaciones del barco de recreo, de unos 15 metros de eslora. Los indicios que detectaron los agentes apuntaban a que los encausados, entre los que se encuentra el dueño del velero, podían estar tanteando la zona y los puertos canarios en un viaje previo durante la época estival, con el fin de dejar todos los preparativos listos para la introducción de las sustancias estupefacientes.

Operación Hortiña

La operación, conocida como Hortiña, fue adelantada por este periódico tras la detención de los acusados por las actuaciones policiales, que iban dirigidas a abordar la embarcación en su trayectoria desde el Caribe al Archipiélago. La embarcación de Vigilancia Aduanera partió de las costas de Cádiz el 28 de noviembre y navegó hacia poniente en búsqueda del barco de recreo, que fue localizado finalmente en una zona de baja presión.

La droga incautada tiene un valor en el mercado que asciende a más de 72 millones de euros

El buque Fulmar llevó a cabo el operativo a pesar de las malas condiciones metereológicas, que dificultaron el abordaje de la embarcación por los fuertes vientos y el oleaje de la zona. Los tripulantes del buque informaron nada más avistar el velero de que los sospechosos transportaban sustancias estupefacientes, pues los fardos estaban a la vista en la cubierta de la embarcación, según informaron fuentes policiales.

El 'Mambo' llegó el 12 de diciembre al Puerto de La Luz remolcado por el buque Fulmar. La embarcación retenida atracó días después en el Muelle Deportivo de Las Palmas de Gran Canaria, con el fin de ser sometida a subasta, como es habitual en este tipo de casos.

La Fiscalía recoge en su escrito de acusación que "los hechos anteriormente relatados son constitutivos de un delito contra la salud pública", del tipo de tráfico de drogas con sustancias "que causan grave daño a la salud en cantidad de notoria importancia y de extrema gravedad por la cantidad transportada y uso de embarcación".