Cuatro años de cárcel a un hombre por violar a una mujer en un barco en el Club Náutico

El acusado aceptó una orden de alejamiento e indemnizar a la víctima con 18.000 euros

A la izquierda el acusado escucha los cargos a los que se enfreta por un delito de violación.

A la izquierda el acusado escucha los cargos a los que se enfreta por un delito de violación. / LP/DLP

El acusado por violar a una mujer en una embarcación en el Club Náutico ha reconocido los cargos presentados contra él. El juicio, celebrado ayer en la Sección Primera de la Audiencia Provincial, acabó en conformidad entre las partes. Víctor H. A. ha sido condenado a cuatro años de prisión, una orden de alejamiento de 500 metros con la víctima durante siete años, también la medida de libertad vigilada por tiempo de cinco años, el pago de costas y la indemnización a la víctima con 18.000 euros más lo intereses legales. Por otra parte, el delito contra la integridad moral fue retirado.

El autor de los hechos conoció a la víctima en un bar de la zona de Triana, donde la invitó a varias bebidas alcohólicas junto a otras dos personas, que la mujer conoció ese mismo día. Al llegar la hora del cierre del local, se desplazaron hasta otro bar en la calle Canalejas donde la siguió invitando a más copas. La fiesta continuó en un karaoke de Alcaravaneras, pero en esta ocasión, solo acudieron el acusado y la víctima.

"Mal e inmóvil"

"Finalmente y con el propósito de satisfacer sus deseos sexuales, la llevó hasta el barco que cuidaba, sito en el varadero del Club Náutico de Las Palmas de Gran Canaria", expone el escrito de acusación de la Fiscalía. Por su parte, la víctima se encontraba en estado de embriaguez, "mal e inmóvil, sentada en la cama y demostraba su nulo interés por mantener relaciones sexuales". A pesar de ello, el procesado cerró la puerta del camarote con llave y le quitó "violentamente" los pantalones y bragas.

En este punto, la mujer, que temía por su vida ante "la agresividad con la que el procesado le quitaba la ropa" se quitó el sujetador ella misma, aunque le dijo al procesado que "le gustaban las chicas y que le daba asco mantener relaciones sexuales con hombres". Después, el procesado la tumbó en la cama con el objetivo de penetrarla vaginalmente. "Hasta eyacular tanto en la vagina como en su barriga, sin que en ningún momento la víctima prestara su anuencia a dicha relación", detalla la acusación. A causa de esta agresión, las partes íntimas de la víctima comenzaron a sangrar.

El acusado volvió a someter a la denunciante al acto sexual "sin que ésta quisiera". En esta ocasión con penetración anal y también vaginal, donde finalmente volvió a eyacular sin que la víctima tuviera posibilidad de escapar, al estar la puerta cerrada y los efectos del alcohol aún presentes en su cuerpo.

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