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Patrimonio Arqueológico El municipio en los planes del Alto Mando británico en la Segunda Guerra Mundial

Telde, capital de Escocia

El ejército británico camuflaba el nombre de la ciudad por el de Edimburgo en sus planes para invadir Gran Canaria

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Visita a la batería militar de Taliarte

La Garita, Playa del Hombre, Telde o el desaparecido túnel de La Laja eran localizaciones muy conocidas y analizadas al milímetro por los altos mandos de los ejércitos británico y alemán. Pero, al igual que ocurriera en el desembarco de Normandía, los aliados planearon la toma de Gran Canaria con esos y otros nombres en clave que hacían referencia a lugares del Reino Unido. Una operación militar a gran escala que preveía desembarcar en la costa teldense para tomar Gando, luego el puerto de Las Palmas y eliminar las baterías militares que defendía la costa este. No se ejecutó, pero que pudo ser una realidad.

Es la aportación del municipio a este periodo histórico (1939-1945) y que ayer explicó el arqueólogo Artemi Alejandro durante su visita al yacimiento militar de la Batería de Taliarte-Melenara, un recorrido guiado incluido en el ciclo Arqueología del Conflicto, que organiza el Cabildo de Gran Canaria.

La visita constató dos realidades bien distintas: el valioso patrimonio arqueológico militar que poseen Gran Canaria y Telde, a la vez que su abandono y mal estado. Ambas situaciones se hermanan en la Batería de Taliarte, con una idónea situación estratégica para disuadir de tentativas de desembarcos invasores, pero también con la presencia de cagadas de perros, restos de un botellón pese a la limpieza realizada el viernes por operarios del Cabildo y una improvisada pista para quads.

El enclave empezó a construirse en 1941, se acabó en 1943 y estuvo abierto hasta principios de los años 50 del siglo pasado. Propiedad del Ministerio de Defensa, que lo tiene en venta por 180.000 euros y vivero de la piña de mar, una planta endémica que cataloga de paraje protegido el lugar, este antiguo emplazamiento militar es testigo de una guerra que la versión oficial del franquismo fue que no iba con España y era muy lejana al Archipiélago, pero que documentos y testimonios posteriores -entre ellos las Memorias del primer ministro británico Winston Churchill- desmienten esa neutralidad.

Artemi Alejandro refirió a los participantes en esta primera visita-una treintena de expedicionarios- que los aliados, como ocurriera con Normandía, usó nombres en clave para preparar la invasión a Gran Canaria y así Telde fue Edimburgo, La Garita, Epson Salt o Playa del Hombre, Edward, para el entrenamiento de sus tropas para realizar el ataque que permitiera su ocupación. Era la Isla, por su situación geoestratégica, por disponer de un aeródromo y un puerto de gran calado, una pieza básica en el tablero de la guerra que llenaba de muertos y destrucción Europa.

La Batería estuvo siempre presente en la cartografía del conflicto y durante años Reino Unido reservó un importante contingente de tropas -repartidas entre Escocia e Inglaterra- para ponerlas rumbo a Gran Canaria, aunque finalmente no hizo falta porque el desarrollo de la contienda no lo hizo preciso.

El arqueólogo expuso las características de este enclave militar ubicado en la parte alta de Taliarte, muy cerca de la Plocan y de las residencia de mayores, que se convirtió en fundamental para rechazar cualquier invasión, sobre todo al ser la costa de Telde idónea para un desembarco. Basada en tres estructuras, colocadas en zig-zag para dificultar el ataque de aviones, camufladas con piedras de un yacimiento aborigen cercano, la Batería fue diseñada por ingenieros del ejército español y contó con el asesoramiento de militares alemanes, que supervisaron su colocación.

Este emplazamiento, dotado de tres cañones que se podían girar en 360 grados, contaba con un elevador para subir los proyectiles y unas dependencias subterráneas que servían de refugio de la tropa y de almacenamiento de esos pepinos de acero. Y como referente, una suerte de prismático gigante, el telémetro, un dispositivo que calculaba la velocidad y tamaño del buque avistado y que facilitaba a los cañones unos lanzamientos más precisos. Respiraderos, desagües para el agua y otros elementos para hacer compatible la vida del día a día para los soldados se pueden observar en el entorno. La pena es que su interior, por sus malas condiciones, es inaccesible.

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