La prohibición de la entrada a los bailes del centro de mayores de San Gregorio a un joven de 28 años que padece el síndrome del cromosa x frágil según denuncia su padre, Jerónimo Quintero, por decisión de la concejalía de Servicios Sociales, aunque desde este departamento se matiza esta medida al esgrimir que solo cumple la legislación, puede terminar con el rescate de la gestión de este servicio por el Gobierno de Canarias. El Ejecutivo considera deslealtad institucional y falta de compromiso la gestión del centro que realizan los responsables municipales de Telde y acusa al Consistorio de querer usarlo de punching ball para desviar su responsabilidad en su gestión de este servicio.

El concejal de Servicios Sociales, Diego Ojeda, asegura que lo que ha hecho su departamento es cumplir con la normativa vigente, ya que el propietario del centro de mayores es el Gobierno regional, "que tiene sus leyes y sus normas y es quien debe decidir". Ojeda argumenta que lo que "he procedido darle una instrucción a la jefa de servicio para que haga la consulta a ver si las personas que no son usuarias del centro de mayores, personas que no tengan un carné aunque tengan un vínculo familiar o dependencia con un usuario puede acceder y cuando el Gobierno de Canarias nos responda de una manera u otra lo pondremos en conocimiento de los que se pudieran sentir afectados".

Asimismo, Ojeda insiste "en que en todo caso no seremos nosotros los que prohibamos la entrada a nadie y mucho menos a personas con discapacidad. Pero lo que sí tenemos que hacer es ajustarnos a la legalidad y si tienen que ser usuarios con carné y le pediremos a la consejera que entienda las razones y se ajusta a derecho que les permita que acompañen a las personas que están a su cargo".

No es de la misma opinión Francisco Candil, viceconsejero de Políticas Sociales y Vivienda del Ejecutivo regional, quien no entiende que si se produce una situación como la suscitada con este joven e incluso con una mujer con síndrome de Down, "no se solucione con sentido común y lo que hagan es echarle la culpa a los demás. Nosotros no obligamos a nada y en este ayuntamiento tengo conocimiento que en otras etapas ha funcionado muy bien y jamás había tenido dificultades".

Asegura "que se nos ha acabado la paciencia con el Ayuntamiento de Telde, ya que lejos de colaborar, solo nos ha generado problemas y estamos cansados de que cuando hay algún problema, en vez de resolverlo como es su cometido al tener la gestión de este centro, nos usan de punching ball para echarnos la culpa. Estamos bastante hartos de que no sean capaces de resolver las situaciones y qué quieren que haga. Yo intervengo en seco y si a mí los mayores de Telde me dicen que el centro tiene que pasar al Gobierno, lo haremos poque esta encomienda de gestión se ha cometido en un problema".

Candil reprocha a los gestores municipales que "si con el nivel de compromiso que tiene este Gobierno con multitud de programas para erradicar la pobreza y otros muchos el Ayuntamiento no es capaz de comprometerse con la gestión y demostrar un mínimo de lealtad institucional, nosotros estamos dispuestos a recuperar la gestión del centro con total tranquilidad y les garantizo a los mayores que si el Gobierno de Canarias se hace con el control el centro va a mejorar. Como hemos hecho en Arrecife o cuando los ayuntamientos han tenido dificultades".

El viceconsejero recuerda que "ahora llevan después de estar durante el año pasado sin firmar la encomienda de gestión porque tenían problemas y dificultades y nosotros hemos estado aguantando, buscando las fórmulas para financiarlo, pero no vamos a permitir que seamos una especie de punching ball y que cada vez que les interesa nos culpen de temas en los que no tenemos nada que ver".

El titular de Políticas Sociales invita al Ayuntamiento a que si no se ve capaz de gestionar el centro de mayores, "que nos lo digan y nos lo cedan y haremos que este servicio vuelva a funcionar".