No se sabe ya ni cuánto hace que el dinero empezó a ser el núcleo de todos nuestros actos, pero cuando el capital desplaza el papel del arte en la sociedad se sabe que hay un problema. Con otras palabras así lo piensa Tanausú Xerach Benítez, teldense de 38 años que desde hace años se intenta hacer un hueco en el mundo de la música.
"Es durísimo, hay muchos obstáculos", admite el artista. Sin embargo, parece que este año le ha caído el golpe de suerte ya que en diciembre le comunicaron que es el ganador de un certamen de música nacional -organizado por la plataforma digital A Base de Música- que le permitirá entrar a la gran empresa de las producciones musicales. "Presenté en noviembre una canción en acústico: la votación se realizaba durante un mes entre los usuarios de la plataforma, pero después un jurado profesional de esta industria (como Juan Mari Montes, letrista de Bustamante, Bisbal o Malú, entre otros, y Esmeralda Grao, que acompaña a Melendi en sus conciertos) seleccionaba al ganador final", asegura Benítez, que ganó a la mejor composición, armonía y letra. "Esto podría suponer que uno de los cantantes del panorama musical actual en España seleccionase mi canción para grabarla", señala, aunque explica que esta no era la única opción que le ofrecieron una vez ganó el certamen. "La plataforma me ofreció que yo mismo grabase la pieza de forma profesional, pero yo sé lo que es grabar y me interesa más que mi música pueda llegar lejos", explica. El proceso para que esto sea posible pasa primero por un casting. "Buscarán una voz que case con la canción que yo compuse para el concurso, y eso me da la posibilidad de tener ingresos y poder asentarme como compositor", explica Benítez.
La idea de este certamen, que se celebra por primera vez en noviembre del pasado año, es "darle una oportunidad a la música de autor y a los artistas que se encuentran en la periferia de las grandes discográficas", explica emocionado Benítez. "La plataforma surgió precisamente para recuperar el espíritu artístico de la música, dejando a un lado la comercialización de las canciones y el entretenimiento que se forma en torno a ella con concursos televisivos como La Voz u Operación Triunfo", sostiene el artista, que además critica que "la industria de hoy informatiza la música y se vuelve toda igual; todo el mundo afina bien a la hora de cantar, las melodías son muy parecidas, hay poca personalidad en las composiciones". Benítez, que fue concursante en La Voz, admite que este tipo de tv shows no aportan mucho en cuanto a la trayectoria artística. "Yo no pasé la siguientes fases porque me enamoré de una de las trabajadoras del programa y quise priorizar; sabía además que mi paso por el programa sólo me iba a aportar beneficio en un corto periodo de tiempo, un par de perras con cuatro bolos que hiciese y poco más", asegura el artista en parte porque conoce casos de otros compositores a los que les ha pasado esta situación. Y se niega a formar parte de ello.
La lucha porque el arte retorne a la industria musical empieza en cada artista, y el artista de El Calero (que lleva "desde que tengo uso de razón" cantando) no se rendirá ante las grandes producciones. "Empecé en casa, en la Isla: mis primeras localizaciones fueron los bares y restaurantes que conocía, y después hice mis pinitos en algunos eventos", relata el cantautor. Asimismo, admite con cierta tristeza que "Canarias es el paraíso, pero está muy limitado musicalmente; si quieres crecer ese no es tu lugar, hay que mirar más allá".
Benítez admite que ha currado durante mucho tiempo para poder concentrarse en su arte sin que otros estímulos externos le frenen. "La inspiración te pilla trabajando, y es algo que se lleva a todos los campos de todos los trabajos; hay que trabajar para conseguir lo que se quiere", afirma, y es algo por lo que él mismo puede sentirse orgulloso de cumplir. "Para conseguir algo bueno hay que ponerse manos a la obra siempre". Y su premio le dará esa posibilidad.
