El pintor teldense José Rosales, afincado en Lanzarote desde hace una década, vuelve a su ciudad natal con una nueva propuesta artística, la exposición Farión. Escala 1:1, que permanece abierta hasta el 22 de marzo en la ermita de San Pedro Mártir de Verona, en el barrio de San Juan. Una obra que invita a escuchar los sonidos del fondo marino para luego emerger hacia el farión y desde allí sumergirse en otras profundidades, las del alma de cada visitante, explica.

Farión. Escala 1:1 no es un gran montaje ni atiborra de imágenes esta sala de exposiciones, con un áurea indescriptible en opinión no solo de este artista, sino para otros que también han mostrado antes sus creaciones en sus paredes. Es una pequeña obra en el centro de la sala, una suerte de farión, "como se conoce en Lanzarote a los farallones", apunta Rosales, quien añade "que la pieza está dentro de un proyecto que se llama pequeña galería, un espacio pequeño para exponer obras de pequeño formato en cualquier lugar".

El artista teldense, quien ya presentó hace tres años en la ermita su exposición Jallos, también una referencia a la isla donde reside y de la que afirma le ha cambiado su concepción del arte y de la vida, describe su muestra como un recorrido sinuoso que tiene que ver con el mar, "de entrada hay un sonido de ballenas, hay una tonalidad azul profundo porque la intención es empezar desde el fondo y desde allí coger impulso para llegar a la superficie, donde está el farión".

Un recorrido sinuoso

La pieza no está sola, ya que como antesala, cuatro textos guían el camino hacia la posterior reflexión íntima y profunda de cada uno, finalidad de la exposición que Rosales trae a un recinto que le es familiar. Así, evoca que desde niño vivía muy cerca de la ermita y sus recuerdos es verla sin techado y en mal estado, por lo que alaba que se haya transformado en un espacio de cultura, del que cree tiene muchas posibilidades para convertirse en un referente en la Isla.

"La idea no es explicar la pieza, que se explica sola, sino de abrir una puerta y que cada persona obtenga sus conclusiones y saque todo lo que tiene dentro", recalca Rosales. Cuatro son las lecturas que sirven de una suerte de recibidor a los visitantes y que también configuran la esencia que se quiere transmitir.

Una, a la misma entrada principal de la ermita, es una definición del concepto de pequeña galería, en los dos laterales, con un texto breve del filósofo alemán Friedrich Nietzche y otro más amplio de Henri Michaux y el último, colocado a modo de última puerta hacia el farión, un poema escrito por el poeta teldense Víctor García en noviembre de 2017. Paisaje y ser humano, paisaje físico y espiritual por donde transitan los seres humanos y que en Farión. Escala 1:1 José Rosales se suma al concepto de Michaux sobre que el paisaje es una cápsula. "Para mí, farión es una cápsula en la que está metida Lanzarote, es un viaje desde dentro hasta fuera y cuando llegas a la superficie, por eso tiene esta forma de onda marina y surge como un farallón, como un farión".

El título de la exposición no es casual, la obra está realizada a escala 1:1, no es una maqueta. "Ni la pieza ni lo que está dentro de ella, está inspirada en la arquitectura popular lanzaroteña y también de lo que hizo César Manrique para evitar el deterioro de la Isla. Me inspiro en eso para que el visitante no tenga que pensar mucho, que cuando lo vea lo primero que le sugiera es Lanzarote por la arquitectura", argumenta.

Otra cosa es el interior de la pieza, del farión, a la que pone nombre a cada una de sus estancias de un peculiar recorrido por la isla de los volcanes: el mirador, los arrecifes, Timanfaya, La Geria, las salinas, la sala de las carbonizaciones, hechas con fuego sobre papel térmico y que marca el carácter volcánico de la isla, a la que trasplanta en el farión.

Farión, apunta su creador, es "un viaje al interior, no son paisajes exteriores, sino interiores, vienes del fondo, subes a la superficie y vuelves al fondo, a tu interior y tiene que ver con el inconsciente, con el alma, con el espíritu, con el duende, con esa parte no racional que tenemos la especie y que debemos salvarla de alguna manera".

José Rosales asegura que es una obra contemplativa, de reflexión, "con colores irreales en el exterior y reales en el interior de cada uno", que tuvo su estreno en Teguise y ahora estará en la ermita hasta el 22 de marzo y que podrá visitarse de lunes a viernes, en horario de tarde. El propósito de Rosales es que la exposición, apoyada por el Cabildo de Lanzarote, sea itinerante "porque la característica de la pequeña galería es que se puede exponer en cualquier lugar, no hace falta ningún gran montaje ni espacio, desde una biblioteca, la entrada de un hotel, en un colegio".

En el Círculo Cultural de Telde

No es la única iniciativa cultural de José Rosales en Telde, ya que en el Círculo Cultural, en su sede del Molino del Conde, presenta otra actividad, titulada Conversaciones con los muertitos, que "no es una propuesta artística, sino reflexiva". La compagina con la de la ermita y se clausura también el próximo 22 de marzo.

"Se trata de hacer reflexionar al visitante sobre personajes muertos muy potentes, de los que he elegido nueve y he escrito una frase que he leído de cada uno y que me ha impactado", explica. Los visitantes podrán escribir en un libro, con fotos de otros autores elegidos, su reflexión.