Econara, el ente de conservación del parque empresarial de Melenara, cumple este año una década desde su constitución, un hito fundamental para comprender cómo una zona industrial paupérrima, antiestética y en calamitoso estado es ahora, como la define su gerente, Javier Sampedro, "quizás el mejor escaparate industrial y empresarial de Canarias". De vías públicas casi sin asfalto, con naves industriales que en su mayoría afeaban el antiguo polígono de Las Rubiesas -ubicado en el margen dirección norte de la muy densa y transitada autovía GC-1, se ha convertido en objeto de deseo y de inversión de muchas empresas, tanto de ámbito regional, nacional e incluso internacional. "Trabajamos para que sea un ecosistema perfecto de calidad, empresarial y de oferta", recalca Sampedro.
Los 26 millones de euros invertidos en los dos últimos años -y sus correspondientes tasas municipales que ha ingresado el Ayuntamiento de Telde- ha supuesto el desembarco de la sede de Binter, el nuevo supermercado de Mercadona, el centro deportivo Spin Fit y ahora, de Lidl, que esta semana inició la construcción de su segundo centro de ventas en Telde en la antigua nave de Hierros Canarios y al lado de los edificios de la compañía aérea y la distribuidora valenciana. Son los últimos negocios en llegar, pero no los últimos, con una lista de espera que augura más inversiones en un corto y medio plazo.
Una década de resultados
Una transformación de este patito feo en cisne que se ha logrado con un programa de actuaciones a 10 años vista gracias al liderazgo de Econara para convertir al parque empresarial de Melenara en un enclave donde caben, además de la industria, el deporte, la salud, el ocio y el disfrute de zonas verdes. Un nuevo concepto de oferta empresarial que se pretende extender a más ámbitos para consolidar un modelo de emporio del siglo XXI, donde la presencia en las redes sociales, con una web dinámica y cuidada, ha sido una de las claves del conocimiento de este lugar por los inversores interesados.
Aunque esta vez, apunta Sampedro, "nuestra idea es que sea en un plazo de cinco años, ya que la rapidez con la que se producen los cambios podría dejar obsoletos algunos planteamientos si no se realizan en ese tiempo". Proyectos y propuestas que completarán la mitad pendiente por realizar del parque empresarial, según el gerente de Econara, y que se expondrán mañana en la próxima asamblea del ente de conservación en su décimo aniversario. Su talón de Aquiles, el principal hándicap, que el suelo está ocupado y con un Plan General de Ordenación (PGO), sin aprobar su revisión -el vigente data de 2002- deberá negociar con la corporación municipal nuevas modificaciones puntuales para expandirse hacia el naciente -la zona trasera del tanatorio y el punto limpio-, "donde hay cientos de miles de metros cuadrados", explica Javier Sampedro, donde podrán instalarse más compañías.
Y es que en los últimos años, a medida que se han ido edificando en las parcelas que quedaban libres, ahora se procede al derribo de viejas naves para levantar otras nuevas, como es el caso de la multinacional alemana, a la que seguirán las ubicadas a la entrada del parque empresarial, "donde se construirá una estación de servicios moderna y que será uno de los edificios emblemáticos de esta zona". En opinión del gerente, es una declaración de intenciones sobre la fisonomía e imagen que se quiere imprimir en esta importante fachada de la GC-1, "ya que la moderna estética que han aportado los edificios de Binter y Mercadona, además de la que seguramente también veremos en el de Lidl, no solo es un escaparate para el parque empresarial de Melenara, sino también para Telde, es un cambio de imagen de esta zona industrial y del municipio".
Medio camino por recorrer
La primera mitad de la faena está concluida y sus resultados ya son visibles. El ente de conservación, con el apoyo de las instituciones públicas, ha conseguido que las vías públicas no sean aquellas plagadas de socavones, con mala iluminación, intransitables para los peatones, insegura y poco atractivas para establecerse sean solo un mal y olvidado recuerdo.
El asfaltado de todas las calles, con una inversión de 380.000 euros, la instalación de luminarias led, la renovación de hidrantes, la colocación de otra rotonda en el acceso a la calle Ignacio Ellacuría Beascoechea para mejorar la seguridad vial, los nuevos edificios de esta mía vía, además de la llegada de ofertas deportivas como el club de pádel o el centro Spin Fit, han propiciado que paulatinamente este parque empresarial en algo más que talleres e industrias habituales. Un esfuerzo de inversores privados y administraciones públicas que han obrado el cambio de imagen.
Después de esta transformación, desde Econara se trabaja, ya a más corto plazo, en la nueva programación de actuaciones, que calcula realizar en un lustro. Será una suerte de colocación de embellecedores a la obra ya hecha, un remate para posicionar mejor si cabe aún a la zona industrial. Hacerla más competitiva, aumentar su calidad y aprovechar su inmejorable ubicación para que sea ese ecosistema empresarial perfecta del que habla Sampedro, pero también, indica, "para mejorar las condiciones de los usuarios y empleados del parque empresarial con actuaciones dirigidas al ocio, la salud y deporte".
De hecho, en esa nueva hoja de ruta para recorrer el camino que falta se incluye la construcción de más aparcamientos para trabajadores y clientes, la mejora de la accesibilidad con nuevas aceras "para que todos puedan acceder al parque empresarial", apunta Sampedro, además de la creación de zonas verdes para que este enclave sea mucho más que un lugar donde realizar compras o demandar servicios. La idea, según el gerente, es darle un valor añadido a lo ya realizado, con seguridad jurídica a los inversores y que posibilite que el parque empresarial de Melenara sea frecuentado tanto para los negocios como para el ocio, por su oferta de salud y deportiva, un lugar de encuentro para toda la familia.
Javier Sampedro opina que todo este trabajo tiene en las redes sociales su ventana al mundo, con la creación de una página web moderna "que está muy bien posicionada en internet, con 3,8 puntos -cinco es la máxima valoración- y casi cuatro estrellas de cinco, las mismas que tiene el parque empresarial La Finca, en Madrid, cuya página es la que nos ha servido de modelo para crear la nuestra".
Una web como enganche
La página web - parqueempresarialmelenara.es- con 713 reseñas en Google, es la puerta por la que han accedido numerosos inversores para conocer detalles de Econara y el parque empresarial y esto se ha hecho notar en el importante número de peticiones de información y también de propuestas de negocio.
Hay inversiones en espera, pero la única vía para establecerse es la demolición y reposición de naves, ya que el suelo está prácticamente ocupado en su totalidad. "Reciclamos el espacio", apunta el gerente, "con el derribo de antiguas naves por las nuevas, pero ya no hay suelo contemplado en el actual Plan General de Ordenación". De ahí, que al igual que ha pasado en estos 10 años, se negocie la modificación puntual del planeamiento para disponer de más suelo en la zona.
El reto es conseguir las parcelas situadas detrás de la zona del punto limpio y el tanatorio municipal, una superficie de cientos de miles de metros cuadrados que extenderían este enclave empresarial en dirección a la costa y permitiría la instalación de más empresas y la generación de más puestos de trabajo, "directos e indirectos porque, por ejemplo, la construcción de Mercadona supuso la contratación de 200 trabajadores", explica.
Casi 100 empresas, 1.500 empleados, 4.500 visitantes diarios y 20.000 metros cuadrados de superficie comercial es una de las informaciones que ofrece la web, además de las ventajas fiscales, su privilegiada ubicación, a poca distancia del aeropuerto de Gran Canaria y a 19 minutos del puerto de La Luz y Las Palmas. Un panorama que pretenden mejorar en el próximo lustro con diversas acciones.
