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Francisco Celis en la cantera esculpiendo la cabeza y los brazos de la obra. | | LP/DLP

La escultura de la Traída del Agua alcanza los cuatro metros de alto

Es un diseño de Francisco Celis y se ubicará a la entrada de Lomo Magullo | Telde encargó la obra por el 50 aniversario de la fiesta

No hay teldense que no conozca la locura que supone la Traída del Agua. En un recorrido que sale desde la plaza principal del barrio de Lomo Magullo hasta las antiguas acequias, los vecinos y foráneos se tiran agua los unos a los otros como parte de la diversión que supone el programa de fiestas en honor a la Virgen de las Nieves. Hace medio siglo que esta tradición fue creada por los jóvenes de aquel entonces, aunque parezca que lleve activa incluso más tiempo por lo calada que se encuentra en el corazón de la ciudadanía.

Este fulgor que genera la fiesta y con motivo de su 50 aniversario (que se celebró en el año 2018) motivó al área de Cultura del Ayuntamiento de Telde a convocar un concurso de ideas para la creación de una escultura que homenajease el concepto de estas fiestas de barrio. Francisco Celis ha sido finalmente el artista seleccionado por su obra Abrazando la vida, una pieza de piedra que alcanzará los cuatro metros de alto y que se ubicará enfrente del centro escolar José Tejera (a la entrada del propio barrio). El diseño muestra una figura humana sin rostro emergiendo de una roca; de su corazón emana el agua, que corre por la misma obra actuando al mismo tiempo como una fuente.

De hecho, esta es una de las razones por la que el jurado seleccionado para el certamen decidió escoger esta escultura entre las diez propuestas que se presentaron. “Para nosotros lo más importante era que resaltase el agua, porque es lo que caracteriza a la fiesta popular; ninguno de los otros participantes realizaron un diseño con agua”, defiende el concejal del departamento, Juan Martel, que resalta por otro lado que “se presentaron artistas de otras islas e incluso de la península”. De hecho, el finalista presentó su proyecto desde Valencia, aunque es natural del barrio de San Juan.

Celis manifiesta la ilusión que le suscita participar en un proyecto como este, en su tierra natal y especialmente en el distrito de cumbre. «Que una obra mía vaya a estar situada junto al barranco de los Cernícalos, que es uno de los lugares más mágicos que creo que tiene la Isla, es un orgullo absoluto», cuenta emocionado. De hecho, la idea original que planteó fue que la figura escultórica dirigiese la cabeza en dirección al barranco. «Así me lo imaginé situando la obra en la plaza, pero las dimensiones no lo permitían», agrega. De todas formas adelanta que la actual ubicación, en un terreno situado junto al colegio del barrio, se encuentra a la entrada de un sendero hacia los Cernícalos. «Por lo que parece que la obra es la protectora del lugar, lo que me encanta», sostiene emocionado.

Lleva casi dos meses trabajando en el proceso de creación de la pieza, que está siendo tallada en piedra azul de la cantería de Rosa Silva, en el municipio de Arucas. En total se están utilizando 18 toneladas de este tipo de piedra. «La última vez que trabajé este material fue hace seis años y juré que nunca más lo volvería a hacer», admite, pues confiesa que es muy difícil de moldear.

El planteamiento inicial era utilizar la piedra amarilla de Ayagaures, pero el estudio técnico esclareció que no aguantaría el contacto constante con el agua. «Tuve que desechar la idea, pero la verdad es que lo pasé muy mal al principio», confiesa, rememorando un accidente que sufrió al principio del proceso de creación con la maquinaria necesaria para trabajar la roca. «Me asusté mucho, pero los propios canteros de aquí me han dicho que si se trabaja reacio la piedra no responde; hay que amarla», expresa el artista.

De hecho, Celis defiende actuar ante la vida con amor. Por eso en su trayectoria artística ha resaltado el concepto de los abrazos. «Creo que es lo mejor que le puedes ofrecer a otra persona», asegura. Y no va a ser menos en esta nueva pieza, que presenta una figura humana con los manos en gesto de abrazar, rodeando el agua que sale desde el hueco del corazón. Sin embargo, es curiosamente la primera pieza que el autor realiza entorno a este elemento, que presenta como vida. «La vida surge del corazón, y a medida que el manantial de vida brota del interior, la escultura hace un gesto como de abrazarla. Es un homenaje a la vida en toda regla», explica.

También subraya que «mis esculturas se caracterizan por “un acabado inacabado” y este concepto refuerza la idea también del proceso de abrazar la vida, porque al principio somos como un bloque enorme de piedra, y es el fluir de la vida lo que poco a poco nos va dando la forma hasta que la forma de la persona llega y luego se pule la personalidad».

El proyecto tiene un presupuesto total de 55.000 euros que han sido aportados por la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias. El artista no puede señalar cuando podría estar preparada la obra, pero espera que el proceso concluya antes de agosto de este año para poder estrenarla antes de la nueva edición de las fiestas.

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