Telde.

Un San Juan a la naranja

La feria que dedica Telde a su fruta estrella despacha 4.5 toneladas | El veterano agricultor José Medina se lleva a sus 90 años el premio a la mejor cosecha

Juanjo Jiménez

Juanjo Jiménez

La plaza de San Juan de Telde se vistió ayer con toneladas de naranjas, la fruta que arrambló en la ciudad desde los primeros tiempos de la Conquista y que ha convertido al municipio en potencia del cítrico. Cuatro toneladas y media salieron por la plaza arriba y abajo en ceretos, cajas y cartuchos rumbo a las despensas a módicos precios y con calidad suprema.

José Medina asegura que tiene 90 años, algo de creer solo después de que lo confirmen varios testigos. Está fresco como una naranja recién cosechada y se encuentra en la feria que Telde dedica a su producto estrella, celebrada este domingo en una plaza de San Juan pintada de colorines.

Colorines de los miles de kilos que los principales productores de la localidad pusieron a precio de saldo, como se podía comprobar por el trasiego de cajas a tongas que salían por las principales calles del centro antiguo, bajo la mirada de un Medina que, en este asunto, es doctor de pulpa y cultivo de una fruta que es citada por primera vez en la localidad en el año 1583, en el libro de Thomas Nicolas titulado Islands of Canaria with their strange fruits and commodities.

Medina afirma que el secreto está en «el trabajo bueno, el agua buena, la tierra buena, y la buena gente»

Desde aquél siglo XVI se ha ido empozando en Telde un conocimiento sobre su mecánica y acrecentando los cultivos, con mayor o menor suerte al transcurrir del tiempo, pero el caso es que Medina no puede calcular el número exacto de matos que atesora en sus fincas del Ejido y medianías, de tantos que son, aunque para dar una idea del volumen solo indicar que entre mangas, aguacates, olivos y naranjas pone en el mercado unos 100.000 kilos anuales de fruta.

Asegura el maestro de lo cítrico que el secreto de la calidad de la naranja en Telde, se debe a cuatro elementos principales: «el trabajo bueno, el agua buena, la tierra buena, y la buena gente».

Y cuando menta ‘la buena gente’ indica con el índice a la compaña que tiene a su vera, un señor con impoluta camisa blanca y cachorro de fieltro negro. Es David Rodríguez, de 35 años, en el que Medina ve como la garantía del relevo generacional. Ambos, a efectos naranja, son un dos en uno que resuelven a lo grande.

Un día de 2013 Rodríguez le da en su tino por fundar una asociación de jóvenes agricultores en el Valle de Los Nueve, Asjova, que en este 2022 es una máquina de generar empleo y calidad, con la participación de 68 socios que cubren una extensión de entre 60 a 75 hectáreas de cultivo.

Un San Juan a la naranja

Un San Juan a la naranja

Delante de tres mil kilos, los que llevó este domingo a la venta junto con sus compañeros, de rutilantes naranjas, en sus dos versiones Washington Navel y mandarina Satsuma, explica cómo el suelo volcánico, la calidad del agua y las generosas horas de luz hacen criar unas naranjas como pelotas, con el grado de acidez y azúcar en perfecto equilibrio. Son naranjas que, de solo mirarlas, disparan los salivares.

Pero David y los suyos no se paran en regar, recoger y facturar porque simultáneamente a las labores culturales se embarcan en proyectos de mejora como los que está ejecutando con el Cabildo de Gran Canaria para realizar un diagnóstico de los cítricos en la isla o en proyectos de estrategia para adecuarse a la normativa europea, con la utilización de menos fitosanitarios, o la incorporación de esas fincas en el agroturismo.

El agricultor asegura que si se trabaja en grandes volúmenes «da para vivir», pero también con el apoyo de organismos como el Cabildo, al que aplaude por sus campañas de reparto de frutales o el combate que emprende contra la mosca de la fruta, que permite reducir los fitosanitarios, y a supermercados Spar, «que desde hace diez años firma convenios para garantizarnos un precio justo».

El joven David Rodríguez ha logrado con su asociación dar vida a 68 socios que cultivan 70 hectáreas

Junto a su puesto, otros no menos relevantes, como el de Luis López, al frente de La Higuera Mayor, que también despacha sus vinos a los mejores restaurantes de las islas; Naranjas Jomera, que acumula un premio detrás de otro; Hoya Niebla; o la Finca El Espigón, entre todas una potencia agrícola de primera fila que en su conjunto vendieron durante la mañana cuatro toneladas y media de naranjas. El remate fue tuvo su momento con el premio a la mejor cosecha, que se le adjudicó a..., José Medina, sí, el mismo del primer párrafo, un campeón del cítrico a sus 90 frescos años de vida.