Las Golisnionas celebran su décimo aniversario sobre los escenarios del Carnaval

La fantasía que presentan este año sus componentes hace referencia a la heladería donde nació la murga

Las componentes de Las Golisnionas en la presentación de la fantasía que traerán este año a los Carnavales.

Las componentes de Las Golisnionas en la presentación de la fantasía que traerán este año a los Carnavales. / LP/DLP

Benyara Machinea

Benyara Machinea

La murga de Telde Las Golisnionas celebra este año su décimo aniversario sobre los escenarios con la actividad que más disfrutan sus componentes, que es traer a los carnavales de Gran Canaria unas letras donde predomina la crítica, realizada siempre bajo un toque de humor. Las participantes del grupo femenino se visten en esta ocasión de heladeras para hacer un guiño al lugar donde, diez años atrás, unas amigas lanzaron la idea de crear la formación y sentaron las bases, que sus sucesoras se han ocupado de mantener intactas.

Los cerca de 500 asistentes que acudieron al acto de presentación celebrado a finales de enero, en el que también participaron las murgas Los Twittys y Los Legañosos, salieron del salón de actos del colegio Jaime Balmes con una sonrisa en sus caras. Sentadas en las butacas de la sala se encontraban las fundadoras del grupo, de las que a día de hoy solo dos siguen actuando, pero las restantes intentan acudir siempre que hay una actuación para apoyar a sus compañeras detrás de los escenarios. "Lo más importante del grupo es que somos todos una familia", incidió Sara Martel, una de sus componentes.

"Es difícil hacer una murga sin subvenciones ni ayudas, pero hemos conseguido salir adelante"

Las 35 participantes actuales se preparan para un nuevo ciclo de actuaciones, que llevarán a cabo en Las Palmas de Gran Canaria, Ingenio y Carrizal, aunque su intención es participar en "todo lo que se pueda porque hay que sacarle rentabilidad al Carnaval". Con este fin decorarán sus cabezas con un gorro que simula la forma de un cono de helado, acompañado de un colorido vestuario en el que predominan las bolas de distintos sabores. "Es uno de los mejores años que recuerdo a nivel de disfraz, aunque sí es verdad que los veo más oscuros que en otras ocasiones", incidió Nayara Pérez, componente de la formación.

Algunas de las componentes de Las Golisnionas se preparan para el acto de presentación de este año.

Algunas de las componentes de Las Golisnionas se preparan para el acto de presentación de este año. / LP/DLP

Las Golisnionas han estado presentes en el concurso capitalino desde sus inicios, a excepción de los dos últimos años, así como en las fiestas de Carnaval de Ingenio, Carrizal, Vecindario y Telde. En su haber figuran reconocimientos en las categorías de disfraces, así como en interpretación. "Nosotras, igualmente, con que nos inviten y tengamos la oportunidad de participar estamos contentas, no necesitamos mucho más que eso", reseñó Martel. 

"El camino ha sido muy difícil y pensábamos que no llegábamos, sobre todo después de una pandemia de la que tardamos dos años en salir. Ha costado, pero lo hemos conseguido y estamos bastante orgullosas de ello, así que esto ya es un hito dentro de la murga", explicó por su parte Pérez.

Resistir sin ayudas

Desde que se creó la formación, los dos retos constantes para sus componentes han sido lograr los recursos necesarios para crear su vestuario y alcanzar el número mínimo de participantes, pues han ido rotando conforme a los compromisos y responsabilidades de cada una. "Es difícil hacer una murga sin subvenciones ni ayudas, pero hemos conseguido salir adelante, por lo que valoramos mucho más todas las cosas que conseguimos cuando nos invitan. Si tienes los recursos y tienes una unidad detrás, todo lo demás viene rodado", remarcó la participante del grupo. 

Ahora afrontan una nueva etapa tras una pandemia que ha traído numerosas trabas a la hora de volver a reunir a las componentes de la murga. "Yo me quedo con que estemos todas felices y con que bajemos del escenario igual que lo hicimos el día de la presentación, en el que todas las murgueras teníamos una sonrisa en la cara", remarcó Sara Martel.

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