El fiscal retira la acusación contra la cuarta encausada por estafa continuada a través de una falsa concesionaria de Telde

El representante del Ministerio Público asegura que durante el juicio no se han podido acreditar los indicios criminales recogidos en las diligencias contra Y.D.C.

Dos de los abogados particulares mantienen su acusación contra la que fuera pareja sentimental de J.R.S.H. mientras ella asegura que fue una víctima más de la trama

Y.D.C. durante su declaración, hoy en la Audiencia Provincial

Y.D.C. durante su declaración, hoy en la Audiencia Provincial / LP / DLP

La Fiscalía retiró hoy su acusación contra Y.D.C., la cuarta encausada por una trama de estafas a través de un falso concesionario con sede en Jinámar, en Telde, que cobraba dinero en efectivo a sus clientes a cambio coches de importación que no llegaban, unos hechos que fueron reconocidos ayer por los otros tres inculpados, que llegaron a un acuerdo de conformidad.

El representante del Ministerio Público aseguró tras interrogar a la propia imputada, así como los testigos de la defensa y de la acusación, que a lo largo de la sesión no se han podido acreditar los indicios criminales que se desprendían de las diligencias policiales y del propio sumario. Quienes sí mantienen su acusación contra ella son dos de los abogados de la acusación particular, en concreto, los representantes de G.H.L. y N.K.K.

Los testigos ratificaron durante su comparecencia que Y.D.C. no participó en las negociaciones en las que se concretaban el precio, la forma de pago o el modelo de coche, sino que estas eran gestiones que realizaban directamente con J.R.S.H., que, tal como afirmó el fiscal, desempeñó uno de los "roles más importantes". Precisamente él, que acudió ayer a la sala 15 de la Sección Primera de la Audiencia Provincial en silla de ruedas, fue el único que no asistió a la sesión de hoy. Sí lo hicieron su hermano, J.A.S.H., y su padre. A.S.S.

Declaración como testigo de N.K.K., que pagó 13.000 euros por un coche que estaba a nombre de Y.D.C.

Declaración como testigo de N.K.K., que pagó 13.000 euros por un coche que estaba a nombre de Y.D.C. / LP / DLP

Cuenta en otro banco

El fiscal y los abogados de la acusación particular insistieron sobre varios de los aspectos relacionados con el sumario, como el hecho de que uno de los testigos que acudió a la nave de Jinámar en busca del que era su pareja sentimental se encontrara con ella allí sola y que cerrara la puerta con llave, o que en el momento de las detenciones entregara a la Policía Nacional las llaves de dos de los vehículos incluidos en la estafa, así como documentación de un tercero.

Sin embargo, el grueso del interrogatorio se centró en la apertura de una cuenta en una segunda entidad bancaria en la que ella era la titular y tenía como persona autorizada a su novio, que ayer reconoció la comisión de los delitos. En esta cuenta ingresó 16.000 euros de un préstamo que pidió para que J.R.S.H. comprara un Ford Focus, uno de los vehículos implicados en la trama, así como el dinero para la compra de un BMW X3 en Alemania a su nombre que luego se ofreció a varias personas. Una de ellas, N.K.K. realizó dos pagos por este coche, uno de 9.500 y otro de 3.515 euros.

Y.D.C., que aseguró que ella era "una estafada más" y que en estos años ha tenido que afrontar el pago de dos créditos, el del Ford Focus y otro de 23.000 euros para ir a Alemania y comprar el BMW X3. Afirmó, por otro lado, que en ningún momento sospechó que su novio estuviera inmerso en una trama delictiva a través de venta de coches y que pensaba que era el máximo representante en la Isla de una conocida bebida energética y de bebidas alcohólicas, que era lo que él le había dicho, hasta que se produjeron las detenciones en abril de 2015. Eso, a pesar de que era consciente de que le vendió un coche que nunca llegó a una de sus trabajadoras, que declaró como testigo de la defensa y aseguró que ella no estaba implicada, o a otro empleado de otra oficina de la aseguradora en la que ella es delegada en Carrizal y que, incluso, le envió la documentación del contrato de compraventa por correo electrónico. Sobre este hecho, aseveró que no entendía por qué se lo remitió a ella y que le indicó que se lo mandara a su novio.

Tampoco sospechó, dijo, al conocer los vehículos que tenía en Jinámar, la falsa concesionaria que daba apariencia de legalidad a las operaciones. "Creía que los compraba para él", sentenció.

La acusada declaró que abrió la cuenta por la insistencia de "malas formas" de J.R.S.H. y que era él el que la manejaba. De hecho, insistió en que él mismo cambió con posterioridad la dirección en el banco y puso como domicilio la nave de Jinámar, algo que pusieron en duda los abogados de la acusación particular, que recalcaron que en ese caso la entidad estaría incurriendo en un delito.

Por otro lado, la encausada tuvo que dar explicaciones sobre los seguros que tramitó para los coches de su novio y su familia, ocho de alta gama y otras dos matrículas 'rojas', es decir, provisionales a nombre de su suegro y que, según dijo J.R.S.H. usaba a su antojo. Sobre los primeros, apuntó a que eran particulares, de la hermana y el resto de la familia, a quien se les conoce en Ingenio como 'Los Dalton de Carrizal', tal como afirmaron algunos de los abogados en varias ocasiones durante la sesión.

Miguel Ángel Parramón (izquierda) durante el interrogatorio telefónico al policía instructor por parte del fiscal, a la izquierda, sentado.

Miguel Ángel Parramón (izquierda) durante el interrogatorio telefónico al policía instructor por parte del fiscal, a la izquierda, sentado. / LP / DLP

Conducía él

Sobre la compra del BMW en Alemania, Y.D.C. explicó que su Nissan Note estaba dando problemas y su pareja se empeñó en que comprara un vehículo de alta gama. Tras pedir el préstamo se dispuso a viajar a Alemania para comprar el coche a través de J.A.S.H., que era, según relató, la persona que se encargaba de negociar en el país germano porque conocía el idioma. Cuenta que su novio le pidió que llevara el dinero en efectivo, pero que ella se negó rotundamente y finalmente lo ingresó en la cuenta abierta en la segunda entidad bancaria e hizo una transferencia al que era su cuñado.

Una vez en Gran Canaria, a pesar de que estaba a su nombre, la persona que conducía habitualmente ese BMW era J.R.S.H., tal como confirmaron ella, el agente de la Policía Local que llevó la instrucción (que declaró a través del teléfono) y el testigo que pagó 13.000 euros por ese coche, que cada vez que se reunió con el supuesto vendedor lo vio conducir ese vehículo. Ella continuaba llevando el Nissan Note.

Visto para sentencia

Tras la segunda sesión, el caso ha quedado visto para sentencia. La Fiscalía ha retirado su acusación contra Y.D.C. y ha rebajado la petición de pena contra los tres acusados que han reconocido los hechos, para quienes pide un año y nueve meses de prisión, y una multa de 6 euros diarios durante cuatro meses. Los abogados de la acusación se suman a esta petición, salvo los dos que han decidido mantener la petición condenatoria contra la cuarta de las imputadas.

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