Cognición animal

Los grandes simios reconocen a sus amigos y familiares incluso después de décadas

Chimpancés y bonobos tienen la mejor memoria social del reino animal, comparable a la de los humanos

Chimpancé mirando en una pantalla fotos de caras de antiguos amigos o familiares.

Chimpancé mirando en una pantalla fotos de caras de antiguos amigos o familiares. / Universidad Johns Hopkins/Universidad de California, Berkeley.

Redacción T21

Los simios tienen la memoria social más duradera jamás documentada fuera de los humanos: reconocen fotografías de compañeros de grupo que no han visto en más de 25 años y responden con aún más entusiasmo a las fotografías de sus amigos. La cultura humana evolucionó seguramente a partir de los ancestros comunes que compartimos con los simios, nuestros parientes más cercanos.

Los chimpancés y los bonobos pueden recordar a amigos y familiares incluso después de décadas de separación, según ha comprobado un nuevo estudio: reaccionan al ver sus fotografías, aunque lleven más de 25 años sin relación alguna entre ellos.

Este descubrimiento significa que los grandes simios tienen la memoria social más duradera en el reino animal después de los humanos, incluso antes que los delfines y los cuervos. Sin embargo, aún no está claro cuánto duran estos recuerdos y si realmente hay una memoria social detrás de ellos.

También sugiere que los ancestros comunes de los chimpancés y los humanos ya tenían esta capacidad de reconocer a viejos amigos. Puede incluso que haya sido crucial para la formación de comunidades sociales complejas y avances culturales, según los autores de esta investigación, cuyos resultados se publican en PNAS.

Los autores principales de este trabajo son Christopher Krupenye, profesor asistente en la Escuela de Artes y Ciencias Krieger de la Universidad Johns Hopkins, y Laura Lewis, antropóloga biológica y psicóloga comparada de la Universidad de California, Berkeley.

Reconocimiento facial

Para el estudio se llevaron a cabo experimentos con chimpancés y bonobos en tres zoológicos diferentes: el zoológico de Edimburgo en Escocia, el zoológico de Planckendael en Bélgica y el santuario japonés de Kumamoto.

Se utilizaron fotografías de animales que hacía tiempo que habían abandonado su zoológico o habían muerto. Los monos participantes no habían visto a las personas de las fotos entre las edades de nueve meses y 26 años. El equipo también recopiló datos sobre las relaciones entre los compañeros anteriores, así como si hubo muchas interacciones amistosas en el pasado.

A cambio de su participación en el experimento, los monos recibieron un delicioso zumo. Mientras lo bebían, en una pantalla se presentaban dos congéneres: un desconocido y otro con el que habían estado previamente en el mismo recinto. El equipo registró los movimientos oculares. Lo que se midió fue hacia dónde miraban los animales y durante cuánto tiempo.

En este video se explica (en inglés) el descubrimiento relativo a la capacidad de los chimpancés y bonobos de recordar caras conocidas después de mucho tiempo, así como lo que significa que esta capacidad cognitiva esté presente en estos parientes nuestros.

Mirada y recuerdo

Lo que comprobaron los investigadores es que los chimpancés y los bonobos miraron las fotografías de sus antiguos compañeros durante mucho más tiempo, independientemente del tiempo que llevaban separados.

Los animales miraban especialmente durante mucho tiempo a los miembros de su especie con los que anteriormente habían tenido un intercambio muy positivo, es decir, eran, por así decirlo, amigos. A veces, los sujetos animales incluso dejaban de beber para mirar la imagen de lo que alguna vez les fue familiar.

En el caso más extremo del experimento, el período de separación duró más de dos décadas: la bonobo Louise no había visto a su hermana Loretta ni a su sobrino Erin durante 26 años. Por tanto, la capacidad de memoria es comparable a la de los delfines.

¿Separación dolorosa?

Los resultados sugieren que los grandes simios pueden recordar ciertos miembros de su especie durante décadas, es decir, gran parte de su vida, que suele durar entre 40 y 60 años, escriben los investigadores en su artículo. Es decir, recuerdan tanto como las personas, lo que sugiere que el último ancestro común probablemente tenía una memoria social igualmente buena.

La memoria de los congéneres fue probablemente un requisito previo importante para el desarrollo de la cultura humana, según el estudio. Muchas relaciones a largo plazo, como el comercio entre diferentes grupos, serían inimaginables sin esta capacidad. Los inicios de esto ya se pueden ver en bonobos y chimpancés que vivieron hace entre seis y nueve millones de años, enfatizan los investigadores.

El estudio también sugiere que los grandes simios, al igual que los humanos, pueden incluso extrañar a sus compañeros de los que han sido separados.

Conclusiones

En general, estos resultados demuestran que los chimpancés y los bonobos demuestran una mejor memoria social que cualquier otra especie animal analizada hasta la fecha.

Al mismo tiempo, los resultados también proporcionan información valiosa sobre la prehistoria de nuestra propia especie: si nuestros parientes más cercanos tienen una memoria social tan buena como la nuestra, entonces lo mismo podría haber ocurrido con los ancestros comunes de los chimpancés y los humanos.

Pero esta historia no termina aquí: Lewis y sus colegas quieren investigar si esta buena memoria social también se da en otros grandes simios y monos y explorar cuán detallada es la memoria de chimpancés y bonobos. 

Referencia

Bonobos and chimpanzees remember familiar conspecifics for decades. Laura S. Lewis et al. PNAS, December 18, 2023, 120 (52) e2304903120. DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.230490312