Tres años después de que el ingeniero Rafael Cabrera planteara la posibilidad de instalar un teleférico en Tejeda para conectar el pueblo con el Roque Nublo, el Patronato de Turismo se propone ultimar los estudios de viabilidad de la infraestructura, a pesar de la polémica que generó en su momento la iniciativa tanto en el municipio cumbrero como en toda la isla.

Para unos se trata de un delito medioambiental y, para sus partidarios, un motor económico. Entre estos últimos se encuentra el propio órgano insular, que lo considera un atractivo para los turistas que visitan la cumbre. El propio consejero de Turismo y vicepresidente del Patronato, Melchor Camón, pretende que el funicular, "sirva como herramienta de creación de empleo y de una mayor oferta de atractivos turísticos en la isla".

El tendido costaría entre 10 y 15 millones de euros y estaría formado por dos vagones para 40 personas cada uno, "con un recorrido de dos kilómetros y medio para unir el casco de Tejeda con La Degollada del Roque Nublo en unos ocho minutos", según explicó el autor del proyecto, Rafael Cabrera.

Su puesta en marcha generaría, según los promotores, más de veinte puestos de trabajo directos, y sería financiada con capital privado, pero cuenta con la firme oposición de colectivos ecologistas, sociales y vecinales.

No obstante, tanto en el Cabildo como en el Gobierno de Canarias no han puesto especiales objeciones a la iniciativa, "siempre y cuando los informes técnicos y medioambientales no sean negativos".

Sus detractores han creado una página en Facebook en contra de la idea. "No podemos consentir que un espacio protegido sea terreno para la especulación. Desde esta página luchamos para tratar de conservar el Roque Nublo, emblema de la isla de Gran Canaria, presentando además alternativas de progreso sostenible para la zona", destacan.

Por otro lado, también hay cumbreros que creen que el funicular podría reactivar económicamente la zona. Así, el alcalde de Tejeda, Francisco Perera, reconoce que la tasa de paro en el municipio es alta, de un 22 por ciento, y considera que el teleférico "supondría una reactivación económica porque sería una visita obligada, pero actualmente el proyecto está parado".

"Es un tema complejo", añade, "porque habría que suspender algunas normativas, están implicadas varias administraciones y la oposición de los ecologistas puede pasar factura. La gente no quiere salpicarse", sentencia Perera.

Para el alcalde "se trata de un teleférico atípico por las alternativas que posibilitaría. No solo implicaría a nuestro municipio sino también a los del alrededor. El turista no solo busca sol y playa, sino otros atractivos. En otro parque nacional, el del Teide, hay uno", añadió.

De una opinión parecida es el presidente del Cabildo, José Miguel Bravo de Laguna, que no ha descartado la posibilidad de instalar el teleférico en la cumbre de la isla. "No veo por qué no. Existe en otros lugares del mundo, incluido Tenerife, y es un atractivo turístico más. Eso sí, siempre que se haga dentro de la ley y con el amparo de informes de los técnicos de medio ambiente", manifestó al principio de su mandato.

La infraestructura afectaría a dos espacios protegidos, el Parque Rural del Nublo y el Monumento Natural del Roque Nublo, lo que obligaría a modificar el uso y gestión de ambos espacios, algo que, según el Cabildo, corresponde al Gobierno de Canarias.