Velocidad y contrastes. Toneladas de contrastes. El Espanyol, rival esta de la UD (20.00), es un cuadro que ha encontrado el equilibrio defensivo con la llegada del técnico Galca al banquillo. Prueba del rigor, un empate de eco mundial como el cosechado ante el Barça en Cornellà El Prat (0-0) -18ª jornada, el pasado 2 de enero-. Una prueba sólida, de que los de Galca, cuando se esmeran, pueden congelar a las grandes estrellas. Con 102 tarjetas amarillas, es el 3º más amonestado.
Z De Sergio a Galca
La evolución del equipo, del orden antiguo, con el destituido Sergio, en la 14ª jornada, a la metodología del rumano, ha sido todo un acierto. Las dudas del inicio de Liga se ha difuminado, pero es en casa, con 7 victorias, donde han encontrado el maná. El rigor defensivo es una de las banderas, junto a la velocidad de los extremos. Tienen dinamita en el flanco ofensivo. Balas y cohetes, como Asensio -cedido por el Madrid- o Burgui, que llega avalado tras un paso exitoso por el filial merengue.
Z Los pilares
Contundentes en la primera línea, Álvaro, Javi López, Enzo Roco, Víctor Álvarez y Rubén Duarte aportan la serenidad precisa para salir al jardín enemigo de forma eléctrica. Así funciona este Espanyol, a una velocidad de vértigo. El rol de Diop en la medular es crucial, el termómetro de este conjunto que tras coquetear con el descenso ya tiene el billete sellado para la permanencia.
Y los contrastes. A pesar de la contundencia defensiva como bandera, con 63 tantos, el Espanyol es el segundo equipo más batido -solo superado por el Rayo (66). Dejan pocos espacios y salen a la contra con descaro. Es su estilo de juego lejos de su fortaleza. Contragolpe y Asensio, el mimbre más vistoso.
Un sello vertical, que aterriza en la Isla sin su pichichi Caicedo -lesionado- pero ahí está Hernán Pérez. El paraguayo, siete tantos, es el terror de este Espanyol dinámico. La UD tendrá el balón, pero cuidado con el veneno de las contras.
