Escáner al diablo. Radiografía al verdugo de los sueños. La UD, tras la primeras nueve jornadas (810 minutos), ha recibido 31 tarjetas amarillas y una roja. Es el conjunto más amonestado de Primera División, pero el segundo que menos faltas comete [91 infracciones, por las 90 del Real Madrid, el más limpio de la competición del glamour y caviar]. Los futbolistas del bloque isleño ven una cartulina cada 2,9 faltas. Una sangría, para un sello preciosista que contabiliza una media de 54% de posesión de balón y 84% de acierto en los pases.
La sangrante derrota en El Madrigal ante el Villarreal (2-1), marcada por la nefasta actuación del colegiado oscense Jaime Latre, ha puesto bajo lupa la conducta arbitral. Ya existe un precedente en el Pizjuán, cuando la UD fue arrollada por el torbellino Martínez Munuera -pitó un penalti inexistente de Bigas a Vitolo, expulsó al balear y condicionó el resultado final-.
Setién incendia el debate. El estratega de seda estalló y traslada un interrogante: "Tengo la duda de qué hubiera pasado de ser al revés, si hubise tenido los huevos de pitarlo [en relación a la pena máxima que se decretó de Roque a Sansone, el 1-1, y la falta de criterio en la falta de Bakambu sobre Montoro].
Las 91 faltas y 32 tarjetas de la UD etiquetan al bloque isleño como el más sucio de las cinco grandes ligas de Europa. El portal digital de estadísticas whoscored.com, que maneja los datos de la Liga, el Calcio, la Bundesliga, la Premier y la Ligue 1 de Francia, ubica a los de Setién en la 'pole' de las patadas. En segunda lugar figura el Toulouse (31 amarillas, cero rojas) y el tercer puesto es para el Alavés: 30 amarillas y una roja -de una lista que la conforman 98 conjuntos-.
En esa relación de amonestaciones a la UD, Marko Livaja es el líder con cinco [cumplió su partido de sanción ante el Villarreal], seguido por las cuatro de Roque y las tres de Prince, David García o Tana. Con dos: Aythami Artiles, Araujo, Pedro Bigas y Míchel Macedo. Con una: Simón, Tyronne, Lemos, El Zhar, Vicente y Dani. En alusión a las rojas, Prince (5ª jornada) se fue a la calle por una clamorosa mano en San Sebastián. Bigas, por doble amarilla, lo hizo de forma injusta en el Sánchez Pizjuán de Sevilla.
El caso de Roque Mesa resulta especialmente doloroso. Con 810 minutos de juego -fue retirado en el 90 ante el Villarreal-, ha cometido nueve faltas y ha visto cuatro amarillas. Un blanco fácil.
A la UD le han pitado cinco penaltis en estas primeras nueve jornadas. Es el segundo conjunto de Primera más castigado en esta faceta, solo superado por los seis que ha sufrido el Valencia. Los cinco han terminado en gol: uno ante el Sevilla -inexistente, por una caída de Vitolo ante Bigas-, dos ante la Real Sociedad, uno ante Osasuna y el controvertido de El Madrigal.
El malestar en la expedición amarilla es latente. "Nos han atracado a mano armada", admitía un peso pesado del vestuario isleño.
El 83% de las amonestaciones a la UD son por protestar. La que vio el capitán David García, el pasado domingo, resulta cómica. El veterano zaguero solo le comentó que "sabes perfectamente que fue falta". Ante el Submarino, la UD cometió 12 faltas y vio cinco cartulinas -dos por protestar-. El Villarreal hizo 16 y solo recibió dos tarjetas. Sin caer en la tentación de una conspiración arbitral, hay motivos para la indignación en el club grancanario, que se siente pisoteado.
Tana señaló a la herida abierta en el vestuario: "Nos han faltado al respeto (...) Así no se puede competir con los grandes. No nos dejan", desveló. En el Pizjuán y en El Madrigal, a la UD le hurtaron dos puntos. Ahora contabilizaría 14 y mantendría la séptima plaza.
En el otro lado de la balanza
En la otra vertiente del debate, el cuadro amarillo resultó favorecido ante el Espanyol (0-0). Fernández Bordalán cometió varios errores de bulto en la aplicación del fuera de juego, que congeló dos contras periquitas. Tampoco decretó un penalti cometido por David García. En lo referente a Livaja, ha cometido 13 faltas, el punta croata ha completado méritos para la expulsión. Su registro salvaje le ha podido salir caro al conjunto isleño.
Un blanco fácil. El escudo de la UD no inquieta al sector arbitral. Jaime Latre y Martínez Munuera figuran en la agenda más macabra. La poesía del ejército de Setién vive amenazada. Este domingo, pita Melero López. Todos a temblar.
