La sequía de los 43 días. Setién, en el corazón de las tinieblas. La peor racha liguera del estratega de seda. El técnico cántabro [45 partidos oficiales en su expediente; 17 victorias, 11 empates y 17 derrotas] ha alcanzado la excelencia en la 2016-17. Liderato (2ª jornada) y el reconocimiento mundial por un sello renacentista -con el tanto de Prince en El Madrigal como bandera-.
En la 11ª plaza, tras el naufragio en Villarreal (2-1), con el terremoto Jaime Latre, la UD no saborea un éxito desde el 17 de septiembre ante el Málaga (1-0) -gol de Momo, de penalti-. El cántabro encadena, por primera vez, cinco jornadas ligueras sin gloria: tres puntos de 15.
El descalabro en Anoeta ante la Real Sociedad (4-1), el meritorio empate ante el Madrid (2-2), las tablas agónicas con Osasuna (2-2), otra igualada ante el Espanyol (0-0) y el polémico traspiés ante el Villarreal (2-1), conforman la esquelética hoja de ruta del último mes. El domingo [19.45 horas, Bein LaLiga], en el Estadio de Gran Canaria, llega el Celta de Berizzo. Los gallegos respiran exultantes, con cuatro victorias en las últimas cinco jornadas y doce goles a favor.
En la clasificación del tramo de la quinta a la novena jornada, la UD ocuparía la 17ª plaza, con solo tres puntos, los mismos que el Dépor, en zona de descenso. Precisamente el Celta, es el líder de esta relación de los últimos quince puntos en litigio, tras sus triunfos ante el Sporting (2-1), Espanyol (0-2), Barcelona (4-3) y Deportivo (4-1).
Llega por tanto un cruce de dinámicas opuestas, la electricidad de un Celta imparable, que logró humillar al poderoso ogro azulgrana -los de Berizzo se pusieron 3-0 en el primer acto-, ante una UD herida en su orgullo. En una semana atípica, marcada por la 'rajada' de Setién, que denunció la falta de "huevos" del colegiado Jaime Labre [el expediente ya está en manos del Comité de Competición y hoy podría hacer pública la sanción], y por el juicio de Sergio Araujo, toca reaccionar ante el cuadro vigués.
Cabe reseñar que en la anterior crisis de Setién [de la 18ª a la 21ª jornada sin ganar], los amarillos se reencontraron con el triunfo ante el Celta (2-1, 22ª jornada, el pasado 31 de enero). Tras empatar ante el Athletic en San Mamés (2-2) y el Málaga (1-1) en Siete Palmas, y caer ante el Atlético (0-3) y Levante (3-2), llegó el grito de la bestia.
Setién conoce la fórmula mágica. Ya logró rescatar al galeónd el abismo. Ayer, en el entrenamiento, reinaba la calma. La UD, con 12 puntos, está a tres unidades de la sexta plaza de Liga Europa y a cuatro del descenso. Es el cuarto conjunto más realizador (17 dianas) y el quinto con más pases (4.512). En referencia a la retaguardia, es el décimo que más encaja (15 tantos).
Los isleños mantienen el crédito de las primeras cuatro jornadas, cuando fulminaron a Valencia (2-4), Granada (5-1) y Málaga (1-0).
Revulsivos sin protagonismo
En las dos últimas jornadas, la aparición de revulsivos acabó en anécdota. Ante el Espanyol, Setién retiró a Vicente y apostó por Tyronne. Prince, errático, dejó su puesto a Araujo. Y Aythami Artiles, en un movimiento difícil de justificar, fue relevado por Bigas -0-0 en el 85-. No llegó la reacción, que sí apareció con el Chino y su bendito 'papazo' al Real Madrid en el 86.
En la última jornada, la retirada de Macedo fue obligatoria por lesión. Saltó al césped Lemos. De nuevo, el preparador se decantó por Tyronne, para suplir a Prince. Montoro, en el 90, ocupó el puesto de Roque. Ante el 'Submarino', a pesar de la agonía, la UD mereció un punto, que Latre se merendó.
Aparece el 'enigma Momo'. El extremo no ha participado en las dos últimas jornadas. Tiene clase y poderío para dinamitar las murallas rivales. Así como Nabil El Zhar, ya recuperado, y que fue descartado en Villarreal por decisión técnica.
