En el horizonte de Raúl Lizoain se atisba otra oportunidad, otro momento más para intentar convencer al dueño del banquillo y a una grada que mira con lupa cada acción del canterano. Porque el gurdameta amarillo se asoma a la titularidad en La Rosaleda -próximo lunes, 20.00 horas, Gol TV-.
La lesión de Leo Chichizola, con un esguince de grado uno en la rodilla derecha, abre la puerta de la portería a Raúl Lizoain (Las Palmas de Gran Canaria, 1991). En el arranque de esta campaña ha sido el guardameta argentino, procedente del Spezia de la Serie B italiana, el que ha conseguido ganarse la confianza de Manolo Márquez. Chichizola, una de las diez caras nuevas de la UD en este comienzo de competición, convenció al técnico catalán en la pretemporada. Él respondió bajo los palos con un partido soberbio en la derrota de la UD Las Palmas en Mestalla. Un choque que reafirmó las convicciones que Márquez tenía en él.
Un choque fortuito en el partido amistoso frente al Panadería Pulido San Mateo acabó con Chichizola fuera de juego. El guardameta argentino tampoco se ejercitó ayer con el resto del grupo e hizo trabajo específico en el gimnasio. A falta de apenas cuatro días para que llegue la cita de Málaga, Leo Chichizola está más fuera que dentro del arco de La Rosaleda.
Ahí aparece la figura de Raúl Lizoain, eternamente discutido. Elm guardameta canario ha tratado siempre de volverse impermeable ante los toques de la grada. Su trabajo sordo convenció el pasado curso a Quique Setién, que alternó a Lizoain con Javi Varas en la portería de la UD Las Palmas. En total, el cancerbero grancanario sumó 17 partidos, 13 de LaLiga y cuatro de la Copa del Rey de baloncesto. En 13 partidos de la competición regular encajó 27 goles. Después de jugar cinco partidos de forma consecutiva entre la jornada siete y la 11, Raúl volvió a la suplencia para entrar en el tramo final del campeonato. De la fecha 27 a la 33 del campeonato liguero, cuando el conjunto de Setién iba cuesta abajo, Lizoain volvió a la portería.
Penalizado por ese bajón de su equipo, Lizoain dejó su lugar de nuevo a Javi Varas y volvió en el último partido de LaLiga, donde recibió tres goles del Deportivo de La Coruña en Riazor.
Ahora, Raúl Lizoain tiene ante sí la ocasión de convencer a Manolo Márquez. El exentrenador del filial amarillo no es un hombre que se prodigue demasiado en las rotaciones en la portería, un lugar especial en el campo donde solo puede jugar uno. Y ese uno en La Rosaleda tiene el nombre de Raúl.
