Entre la nostalgia y la ilusión. Volver a empezar en el Carranza. El 13 de agosto de 2017, la UD, con Manolo Márquez y la doble 'V' -Jonathan Viera y Vitolo- conquistaba la 63ª edición del Trofeo Ramón de Carranza por primera ocasión en su historia, tras batir (0-2) al Málaga, con un tanto de penalti de Prince Boateng y otro de Pedro Bigas. Tres días después, el Príncipe del Roque Nublo abandonaba el club amarillo. Fue el inicio desplome galáctico. El club amarillo, tras finalizar invicto en la pretemporada, comenzaba un calvario en la temporada 2017-18 que acabaría en el cementerio de la Segunda División con Paco Jémez.

Esa final del Carranza, tras batir al Cádiz en las 'semis', marcó un punto de inflexión dramático. Este viernes, ante el combinado local en las semifinales, se disputa la 64ª edición. Será un triangular y espera el Betis de Setién en el pulso definitivo -previsto para el sábado-. En relación a la nómina de supervivientes de la gran final de 2017, solo quedan Dani Castellano, Tana y Fabio González. Figuraban en el plantel pero no disputaron la final: David García, Momo, Javi Castellano, Vicente Gómez, Sergio Ezequiel Araujo y el meta Josep. Fue la tercera corona del verano, tras conquistar la Copa Mahou y el Trofeo de la Ciudad de La Línea.

Cuando comenzó la fiesta, la UD saltó por los aires. De Mestalla al Gran Canaria ante el Girona. De agosto a mayo con los peores números de su historia en Primera División. ¿Y un año después? Ya no está Prince Boateng, flamante campeón de la Copa de Alemania con el Eintracht Fráncfort, y ahora en el Sassuolo de la Serie A de Italia, ni los Viera (Beijing), Vitolo (Atlético de Madrid), David Simón (Dépor), Aythami Artiles (Córdoba)...Aterriza este jueves, el cuadro amarillo de Rubén Castro, Mir, Araujo, Rivera, Cala, Deivid o el meta Raúl Fernández. Tras batir al Marítimo de Portugal (1-0), con un tanto de Cala, la UD busca la confirmación definitiva para aplastar las sospechas. El domingo 19, ante el Reus, en el Gran Canaria, comienza el curso liguero en el Gran Canaria (21.00).

Con el equilibrio por bandera, y tras mostrar una gratísima imagen ante el Leeds United en Elland Road de Marcelo Bielsa, derrota por la mínima, toca llenar la mochila de autoestima. Nada como domar al Cádiz, rival directo por el ascenso, y una final con morbo ante el Real Betis de Quique Setién -exponente de la edad de seda, última frontera de felicidad y fantasía en el partenón de Sieten Palmas-. Jiménez porta la antorcha de la ilusión y el compromiso, es el príncipe del nuevo amanecer.