La final del pánico.Tensión infinita. Del Ramón de Carranza al Gran Canaria. Herrera busca soluciones. Y empieza por la muralla. Hay un esbozo en su memoria: Parras, David García, Cala y Dani Castellano. Tras el cataclismo ante el Cádiz (4-1) -la UD-, el pulso ante el Real Oviedo del domingo (19.30, Gol TV) es una cruzada al filo del abismo. No le quiten adjetivos.
A ocho puntos del ascenso directo y a once del liderato, no hay margen de error para el gigante. El Ferrari pone la directa. Las coartadas se quedan en el asfalto. Se percibe la urgencia. Los efectos de la gran parálisis -una victoria en las últimas nueve batallas- dejan a la UD fuera del playoff por primera vez. Lejos del hábitat bendito. Restan 27 jornadas y los amarillos precisan de veinte victorias para alcanzar la frontera de los 80 puntos, que sellan el billete del ascenso por la vía directa. Es la meta fijada por Otero, secretario técnico, y el peso del escudo.
Parras y el despertar de Simón
Con Álvaro Lemos sancionado -el lateral diestro gallego jugó todos los minutos (1.293')-, en la 16ª fecha, y tras 102 días de competición, llega la hora de Diego Parras. Inédito en Liga, afronta su estreno profesional en la competición doméstica. Durante la semana, Herrera ha escondido sus cartas, pero todo lo que no sea la apuesta por el 'platanito' sería la ruina de este activo.
La explosión forzada de Parras -citado únicamente en dos ocasiones en Liga por Jiménez ante Zaragoza y Sporting para quedarse sin minutos- evoca al estreno de David Simón con Herrera. El lateral diestro del barrio de Jinámar, ahora en el Deportivo, subió al primer equipo en la pretemporada de 2014 con 26 años. Herrera le abrió la puerta y desplazó a Ángel López a la izquierda. Llegó el ascenso y forjó una carrera consolidada en el esfuerzo.
Dejó en su expediente: 109 duelos de amarillo, 54 en Primera y el viento fresco de un activo tardío. Que Parras sigue su estela depende de Herrera. "Está capacitado; simplemente le diría que siguiese trabajando igual y aprovechase su oportunidad", determinó Simón sobre el canterano, único embajador de la factoría en la UD. Y la eficiencia de los rectores de base está en juego.
Infranqueables y jerarcas
Al contratiempo de Lemos, se suma el paupérrimo rendimiento de Deivid y Mantovani en Cádiz. La cruenta noche de dos zagueros de acero. Está en peligro su rango de titulares. Cala (1.260', 14 partidos) deja atrás su sanción federativa y es un pilar fundamental. Con Jiménez parecía la Biblia. Un sargento indiscutible. No hay rigor sin el ex del Sevilla y Getafe. Refuerzo de categoría premium. Junto al nuevo líder de la caseta, el eterno David García. Tras superar su lesión, el capitán fue relegado a la suplencia en el Carranza.
Completa la mutación de la muralla Dani Castellano. De la Bella cometió un desliz en Cádiz y está bajo sospecha. Su rendimiento late a la baja. Nadie discute su categoría -160 duelos en Primera-, pero hay que fiscalizar los pecados. Galarreta trabajó ayer y tiene el visto bueno médico. Mesa, Fidel y la disolución del tridente engordan la lista de novedades. Rubén y Araujo son intocables. Mir apunta al banco.
