La Segunda División es despiadada. En este lugar no vale ni el caché ni los galones ni el dinero invertido en la planificación de la plantilla. Son factores que ayudan, pero que no resultan determinantes a la hora del objetivo que se plantean los grandes de la categoría al inicio del año: el ascenso a LaLiga Santander. Basta con repasar lo que sucedió el domingo en la final de la promoción por el ascenso: el RCD Mallorca dejó en la cuneta al Deportivo, el único equipo descendido la temporada anterior que andaba en esa pelea por subir tras un solo año de penitencia, se queda en Segunda.
Málaga, UD Las Palmas y Dépor contaron al inicio de la temporada con un empujón inmejorable de LaLiga: las ayudas al descenso. Un mecanismo ideado para que los clubes no sufran traumas severos en sus cuentas y puedan mantener sus estructuras, tanto deportivas como administrativas. En total, 44 millones de euros que dieron a los tres descendidos el curso pasado músculo financiero. Unos 20 millones fueron para el Málaga, cerca de 13 a las arcas del Dépor y unos 11 para la UD. Ni eso ni los cursos en Primera que acumulan los tres equipos (117 ) le valieron para lograr el ascenso.
Ahora los tres equipos andan en una situación similar: les toca recomponer casi por completo su plantel y ajustarse a unas cifras que distan mucho a lo que manejaron hace solo un verano. Porque el trío verá cómo su tope salarial, marcado por LaLiga, se reducirá como mínimo a la mitad. Miguel Ángel Ramírez, presidente amarillo, en su comparecencia pública de la pasada semana, confirmó que el tope salarial oscilará entre los "7,5 millones y lo 8,5 o 9". Una cuestión que dependerá de las ventas que logre la UD Las Palmas en sus activos. La disminución pasa de los "16 millones en la plantilla del primer equipo", a un montante que rondará la mitad. El tope marcado por LaLiga al inicio del curso pasado fue de algo más de 19 millones de euros.
Los primeros cálculos que manejan Deportivo y Málaga están en una situación similar: el tijeretazo les dejará en la mitad de techo de gasto en plantilla. La entidad gallega, que acarició el ascenso, pasará de manejar una cifra superior a los 19 millones para pasar a un total de 9 millones de euros. Ahora, Carmelo del Pozo, director deportivo del club, se encuentra en una situación similar a la de la UD: aligerar salidas. Sin embargo, cuentan con bastantes jugadores que regresan tras cesiones y otros que acaban contrato.
Por su parte, el Málaga pasará de manejar más de 25 millones para pagar sueldos a quedarse en unos 12 millones. Todo si logran colocar algunos de sus activos en el mercado como Ontiveros, Rosales, Juanpi o Harper.
Tres fracasos marcados por el dinero invertido y la procedencia de la Primera División. En los últimos años, solo en la temporada 2016-2017, dos de los tres equipos que subieron a la élite llegaron desde Segunda (Levante y Getafe). La temporada 2017-2018 sucedió lo mismo que en esta: Sporting, Granada y Osasuna se quedaron en la categoría de plata. De hecho, en los últimos 15 años, de los 45 equipos que han bajado a Segunda, solo ascendieron nueve tras su primer curso en el infierno de la Segunda.
