De todos los deberes que tenía por hacer la UD Las Palmas antes de que cerrara el mercado de fichajes de verano el pasado lunes le queda uno que no le era tan urgente, pero igual de necesario si no quiere que uno de sus futbolistas con mayor proyección se vaya sin dejar dinero en la caja: la renovación de Benito Ramírez.
La entidad amarilla prepara una nueva oferta para el jugador de La Aldea, que ya rechazó la primera propuesta este verano por considerarla insuficiente a nivel económico. La UD le ofreció entonces alrededor de 150.000 euros brutos anuales, es decir, unos 50.000 más de lo que cobra ahora, por lo que habrá de subir la cantidad e incluir otra serie de condiciones para convencer al extremo.
El objetivo de la dirección deportiva encabezada por Luis Helguera es cerrar el asunto antes de que concluya 2020, porque a partir del 1 de enero Benito será libre de negociar con cualquier otro equipo. Cabe recordar que en junio de 2018 el aldeano firmó su primer contrato profesional por tres temporadas, por lo que su vínculo con la UD concluye en junio del año que viene.
Con el grancanario había dos opciones para Las Palmas: renovarle, intento que quedó en nada tras el rechazo del jugador; o venderle para sacar rédito económico antes de que quedara libre, cuestión que era muy improbable en un verano en el que el dinero del fútbol se movió poco entre los clubes, afectados por la reducción de ingresos provocada por la pandemia de coronavirus.
Problemas de espalda
Mientras, Benito ha comenzado la temporada sin el protagonismo que tenía el curso pasado. Pepe Mel, en su comparecencia la semana pasada, negó que la ausencia del extremo en las alineaciones se debiera a una orden del club como medida de presión por no haber renovado. En su lugar, reveló que el futbolista padece dolores de espalda y que por eso debe entrar poco a poco.
De momento, Benito suma una titularidad en la primera jornada y tres suplencias en las siguientes. El domingo, nueva oportunidad.
