Casi cuatro años después, la UD vuelve a Anoeta. No hay ni rastro de aquel recinto en obras, que fue testigo del último partido de Liga de Pako Ayestarán en el banquillo grancanario. Ese 26 de noviembre del 2017 (2-2), gracias a los goles de Tana y Jonathan Viera, el cuadro amarillo ofreció ligeros síntomas de mejoría. Fue el único botín de Ayestarán en sus siete partidos ligueros. Unos días después, el de Beasain era despedido tras ser eliminado de la Copa por el Dépor.
De Anoeta no queda nada. Solo detalles de la fachada. El Reale Arena es un platillo volante que se ilumina de azul por la noche. Un recinto de vanguardia que puede albergar un total de 39.500 fieles. Con motivo del derbi vasco, el Real Sociedad-Athletic del domingo, están de estreno. Pero serán los pupilos de José Mel Pérez los que tengan el honor de calibrar el grado de mejoría de la superficie. Se ha resembrado por tercera ocasión en tres años. Desde que se eliminaron las pistas de atletismo, no han logrado dar con la tecla. Va a reforma del verde por año.
El problema radica en la humedad. Al quitar las pistas y bajar la superficie -para ganar más aforo- se dio con parte del río Oria. La UD solo ha ganado en una ocasión en Anoeta y fue con un tanto de Willian José (0-1) en 2016. Solo hay un precedente de un Sanse-Las Palmas y fue en 2006. Con derrota (2-1), los amarillos, dirigidos por Juanito Rodríguez accedía a la final gracia a un golazo de Nauzet. Tras eliminar en la final al Linares, lograrían su plaza en el fútbol profesional. Fue bautizado como el ascenso de la ‘vuelta a la vida’.
Dotado de todas las últimas tecnologías, cuentan con una sala de prensa con 60 butacas, así como salas de masaje, recuperación, calentamiento y una cocina -para los menús de los jugadores-. No es casualidad que el filial de Xabi Alonso juegue en el Reale Arena, se trata de una hoja de ruta para acortar los plazos. «Entre más pronto reconozca el ecosistema profesional, mejor será su adaptación», valoró en pretemporada el máximo responsable del filial y exjugador del Real Madrid o Bayern Múnich.
Algo más de 80 millones ha costado las reformas de un estadio que hoy será ‘disfrutado’ por los pupilos de Mel. «Es un recinto top mundial», aseveró Álvaro Lemos. La Real se hizo cargo del 90% del montante para un cambio de aire radical. Al estilo del nuevo San Mamés -que también se ilumina como el Sánchez Pizjuán o el Estadio de La Cerámica de Villarreal-.
La última ocasión que la UD pisó un estrella cinco estrellas fue San Mamés en 2018, así como el Wanda Metropolitano. Un estadio de Liga Europa en Segunda. El teatro de las urgencias para un equipo que estará respaldado por unos 350 fieles grancanarios.
Las entradas: de 25 a 40 euros
La Real se estrenó en el Reale Arena el pasado 14 de agosto ante el Leganés -la afluencia fue de 2.598 espectadores-. En la tercera jornada, ante la visita del Fuenlabrada, el filial donostiarra emigró a su ciudad deportiva para jugar en Zubieta. El duelo ante el Eibar también se jugó en la instalación de toda su cadena de filiales. El segundo encuentro en el Reale Arena fue ante el Huesca y con derrota (0-2) y con una entrada de 3.171 aficionados. Por el resembrado del césped, el ‘Sanse’ tuvo que medirse a la Ponferradina en Ipurúa. La décima jornada ante el Oviedo se disputó en el estadio vanguardista (1-1) y con una entrada de 3.028 espectadores. El club txuri-urdin solo comercializa las entradas de la Tribuna Baja Aitor Zabaleta. Los precios para el duelo de esta noche oscilan de 25 a los 40 euros. Se pueden adquirir a través de la web del club donostiarra, así como en las taquillas desde las 10.00 horas. Este duelo abre la 13ª jornada, junto al Almería-Leganés. Según las primeras estimaciones, hoy se registrará la mejor entrada del curso en el Reale para un partido del Sanse.| P. C.
