Contratiempos en la UD Las Palmas tras el parón liguero, el segundo en menos de un mes, este último por la disputa de la Supercopa de España y de la Copa del Rey el pasado fin de semana. Jonathan Viera, la gran referencia del equipo, es baja casi segura para la cita de mañana (17.15 horas) en Fuenlabrada por culpa del covid, mientras que Eric Curbelo está completamente descartado por una lesión muscular. Son dos fijos para Pepe Mel, que deberá ejecutar en el Fernando Torres uno de los planes alternativos en los que asegura trabajar ante la posibilidad de imprevistos.
Si hay un mínimo resquicio de que Viera pueda jugar, primero deberá no tener síntomas y dar negativo en un test PCR hoy o mañana, y más importante, deberá cambiar súbitamente el pensamiento que tienen tanto el jugador como el cuerpo técnico y los servicios médicos, que ya contemplan un partido sin el líder del equipo. El ‘21’ resultó contagiado hace unos días y, como mínimo, no participó en las sesiones ni del miércoles ni del jueves. Por todo ello, está casi descartado para el choque frente al antepenúltimo.
Cabe recordar que el club ha optado por el secretismo y la ocultación en cuanto a los positivos por coronavirus, por lo que no hay ningún comunicado oficial al respecto desde hace semanas. Incluso, la consigna que tienen los jugadores es la de negar cualquier tipo de contagio, o por lo menos eso hicieron esta misma semana Kirian Rodríguez, en RNE, o Nuke Mfulu, ayer en su comparecencia telemática ante los medios, aunque sabían ya que Jonathan Viera había dado positivo.
Más allá de la estrategia de la UD al respecto de los casos de covid, la baja del de La Feria es sensible, pero no un drama, pues sin él el equipo logró sumar diez puntos de doce posibles –tres victorias, ante el Alcorcón, la Real Sociedad B y el Fuenlabrada, y un empate, en Oviedo– cuando estuvo fuera por su lesión anterior.
Cambio de sistema
Entonces Pepe Mel tuvo que modificar sus planes como tendrá que hacer mañana en Fuenlabrada. Ante la ausencia de Viera, lo que planea el entrenador es un cambio de sistema del 4-2-3-1 al 4-3-3, con un trivote en el centro del campo formado por Fabio González, Nuke Mfulu y Enzo Loiodice, que jugarían juntos por primera vez en la temporada. Un fortalecimiento de la línea medular con tres hombres por arriba.
Por lo que ha probado el madrileño, por delante estarían Rober, Jesé y Kirian, los tres con libertad para moverse por todo el frente de ataque. Ese es el pensamiento del entrenador a falta del último entrenamiento que tendrá lugar esta mañana, antes de que comparezca ante los medios y de que la expedición parta rumbo a Madrid.
Pero el centro del campo y el ataque no son los únicos lugares en los que Mel deberá hacer modificaciones, porque también tiene una baja en defensa. Esta es completamente segura, la de Eric Curbelo, probablemente, el central más en forma de la UD.
El satauteño tiene un problema muscular y no ha podido ejercitarse en la última semana y espera estar disponible otra vez la semana que viene frente a la Real Sociedad B en el Gran Canaria. Su baja supone la pérdida de velocidad y vigor en la parcela defensiva y, sobre todo, la ruptura de una pareja con la que la UD ha conseguido sus mejores resultados del curso, la que conforman el propio Curbelo y Raúl Navas. El favorito para sustituir al grancanario, al menos por lo ensayado por Mel, es Erick Ferigra, aunque Álex Suárez tiene una mínima opción de ser el elegido –Saúl Coco, el otro central de la plantilla, participa con su selección, Guinea Ecuatorial, en la Copa África–.
La posición de lateral izquierdo, por su parte, también sufrirá una modificación, toda vez que el titular de la misma, Sergi Cardona, está sancionado por acumulación de amonestaciones. Benito, que comenzó la campaña en ese costado de la defensa, será su sustituto –no juega de inicio como lateral desde el pasado 5 de septiembre en Anduva ante el Mirandés–.
Además, cabe destacar que el técnico planea repetir con Ale Díez en el lateral derecho en lugar de Álvaro Lemos, que no juega desde el 18 de diciembre frente al Eibar, en el último duelo del año. Lo que en principio fue una sustitución, ahora parece ser una continuidad toda vez que el gallego no se encuentra en su mejor forma.
Pero los contratiempos en tiempos de silencio son otros: Viera –salvo milagro– y Curbelo se caen de la cita de Fuenlabrada.
