Tres puntos de oro. Da igual que el análisis del partido arroje dudas sobre el rendimiento de la UD ante un Alcorcón descendido. Se impuso la angustia un día más, pero al final imperó el éxtasis resultadista. Jonathan Viera abrió la lata con un chirlo de falta directa en la primera parte y Rober sentenció en el tiempo de descuento (0-2). Entre medias, un mar de incógnitas y Valles haciendo números para ser beatificado en la Isla.

Firmó la séptima victoria en los últimos nueve partidos la UD. La racha sobre la que navega el equipo amarillo le permite ahora manejar el futuro a su antojo de cara al Playoff. Ahora entre el quinto clasificado y el séptimo se sitúan Girona, Oviedo y Las Palmas con 64 puntos. El Sporting echó una mano ayer al ganar a los catalanes y les meten en la pelea junto a los carbayones, que tienen que jugar esta noche con el Zaragoza.

El sábado llega la final de las finales en Siete Palmas. UD-Oviedo en una afrenta directa por la zona Playoff. La oportunidad de redimirse de la eliminatoria de promoción entre ambos equipos en la temporada 1997-98. Veinticuatro años de espera para cobrar venganza con los asturianos.

Pero mucho tendrá que cambiar la película de lo vivido ayer en Santo Domingo. Porque si es verdad que en la primera parte Las Palmas asfixió cual boa constrictor al Alcorcón a través del balón, en la segunda se fue diluyendo cual azucarillo a medida que iban pasando los minutos. De un 66% de posesión nada más pitar el inicio, al 44% con el que salió victorioso de un campo en el que nunca en las diez visitas anteriores había sido capaz de conseguir el triunfo.

Jonathan Viera, Kirian y Moleiro se hicieron con las riendas del partido en la primera parte. Pusieron en escena el fútbol champán de la UD. En la segunda, 45 minutos en los que salvo tres contras, Las Palmas vivió de jugar al pelotazo, que el Alcorcón demostrara por qué va último con tan solo 26 puntos y que Rober puso la calma en el 91’ para llevar el delirio al medio millar de aficionados que se desplazaron a Santo Domingo.

No importaron las bajas en las alas de Sergi Cardona y Álvaro Lemos, los sustitutos Benito y Ale Díez rindieron a un nivel propio de titular. El sello del técnico catalán desde su llegada a finales de enero se ha impuesto. Ya no hay Unidad B, ahora la plantilla está preparada para cualquier tipo de compromiso, todos están enchufados para la llamada del míster si hace falta. Todos suman.

Al son de Jonathan Viera

No hay mayor mariscal de campo en toda la Liga SmartBank que Jonathan Viera. La lírica ya se queda corta con el dominio que ejerce el de la Feria en cada terreno de juego de Segunda, una categoría que se le queda corta y que quiere abandonar para regresar a Primera y devolver a Las Palmas al Olimpo del fútbol nacional.

El 21 dejó su rúbrica en Santo Domingo en el minuto 20, cuando Galech Azpeteguía señaló una falta en la frontal del área a unos 23 metros y Jony pidió la pelota –¿cuándo no?–. Calculó, cogió aire, lo soltó y con un golpe a colocar, alojó el cuero en la escuadra derecha de Jesús. Doce tantos y ya es el pichichi de la UD. 

Pero el liderazgo de Viera va más allá de los números y la incidencia directa con el balón en los pies, es el jefe de la caseta y si tiene que echar broncas a los suyos no se arruga. Antes de irse al vestuario, fue Kirian el que se llevó la reprimenda del capitán al pedirle que le cubriera los espacios.

El de Candelaria fue otro de los vigías en la primera mitad y explotó su versión box-to-box para terminar las jugadas de ataque. La brújula del 20 repartía pases cada vez que Las Palmas se plantaba en el balcón del área y si no veía cómo progresar tampoco es que dudara en probar suerte sobre el marco alfarero. Tres lanzamientos desde sus botas, aunque ninguno con resultado óptimo.

Tampoco tuvo fortuna Moleiro en el 38’ cuando el chicharrero llegó al área rival después de una serie de regates para superar a Calero y David Fernández mientras le salían a su paso y tras dos recortes en seco levantó la mirada para lanzar a portería sin que se tradujese en el 0-2 de la tranquilidad.

Comienzan los sustos

Una vez de vuelta del descanso, a la UD comenzaron a crecerle los enanos. Valles tuvo que desempolvar la capa de súperhéroe en menos de 10 minutos. Primero ante Raúl Navas, que por un momento empleó fuego amigo; la segunda frente a Zarfino en la que fue la más clara del Alcorcón en todo el partido tras rematar un balón aéreo –sigue pecando Las Palmas por alto–.

Fue entonces cuando la UD pasó al modo Cholismo y a esperar una contra con la que certificar el encuentro. Primero la tuvo Sadiku en el 53’ tras una cabalgada junto a Jesé y tan solo tres minutos después en una acción prácticamente calcada entre Viera, Benito y Big Flow, el aldeano quiso darla con la diestra y demostró que es zurdo cerrado en el pase de la muerte.

Fue Jesé el primer sacrificado para intentar recobrar las sensaciones de la primera parte cuando más sufía Las Palmas. En el 66’ el técnico le sustituyó por Jesé y el de Lomo Blanco se marchaba por la línea de fondo mostrando su enfado. Al llegar al banquillo saludó uno a uno a sus compañeros y cuando llegó al barcelonés le dijo que le diera «más tiempo».

En esas, el Alcorcón comenzó a creer en que podía rascar un punto y darle una última alegría a su hinchada. Zarfino se erigía como un titán en el centro del campo y el balón comenzaba a intercambiar posesiones. La contienda se embarraba y el fantasma del fracaso comenzaba a planear sobre la UD. Era el turno de mover piezas.

Atenazado o no, Pimienta sorprendió al dar entrada a Fabio y Maikel Mesa para «meter piernas frescas» como afirmó en la rueda de prensa posterior al encuentro. La cuestión es que fue en detrimento de Sadiku y Moleiro. El dibujo de hombre por hombre se descomponía y ya era cuestión de aguantar hasta el minuto 90 con el marcador favorable.

El descalabro estuvo a punto de confirmarse en el minuto 86, cuando el Alcorcón se encontró con un contraataque de tres atacantes frente a Eric Curbelo y Raúl Navas. Con el marcador favorable, pocos podrían entender cómo se podía originar esta posibilidad, pero entre que los madrileños se trastabillaron y que los dos zagueros cortaron la oportunidad, la UD resopló una vez más.

Finalmente, cuando los pelotazos se imponían en el plan de juego por parte de los dos conjuntos, fue Rober quien casi emuló su gesta en Ponferrada para sentenciar la contienda y poner el definitivo 0-2 con el que calmar las aguas definitivamente y citar a la afición amarilla para el sábado en Siete Palmas con tal de crear una caldera histórica para dejar en el camino al Real Oviedo.

FICHA TÉCNICA


AD Alcorcón: Jesús; Laure (Forniés, 62’), Óscar Rivas, David Fernández, Calero; Olabe, Zarfino, Valencia (José Carlos 84’), Mula (Borja Valle, 62’); Hugo Fraile (Arribas, 62’), Appeh (Israel, 84’).

UD Las Palmas: Álvaro Valles, Ale Díez, Raúl Navas, Eric Curbelo, Benito; Mfulu, Kirian, Jonathan Viera; Alberto Moleiro (Maikel Mesa, 80’), Jesé Rodríguez (Rober, 66’), Sadiku (Fabio, 80’).

Goles: 1-0.- (21’): Jonathan Viera; 2-0.- (90+1’): Rober.

Árbitro: Galech Azpeteguía (Colegio Navarro). Amonestó por parte del conjunto local a Calero y Appeh.

Incidencias: Estadio Municipal de Santo Domingo, ante 1.557 espectadores, de los cuales unos 500 aficionados fueron por parte de la UD Las Palmas, los cuales ocuparon tres sectores de la grada del recinto madrileño.