Espanyol - UD Las Palmas (0-0) : Viera, Moleiro y poco más

Viera, Moleiro y Pejiño, este en el último instante, gozaron de tres oportunidades claras como para que la UD se hubiera llevado el partido, pero no tuvieron puntería. El cuadro de Diego Martínez, mermado por las ausencias de Raúl de Tomás y de Joselu en la delantera, apenas tuvo la pelota en su poder y casi ni inquietó a los porteros amarillos. Bajo el calor y el bochorno de la tarde de Marbella, el nuevo proyecto de Xavi García Pimienta pintó bien. El equipo tiene algo fundamental y que sirve como punto de partido, algo que no siempre se consigue: tiene una identidad, y con esa premisa todo el que comparezca sabe lo que tiene que hacer. Eso es ir un paso por delante.

La primera UD de la pretemporada presentó de inicio a los tres fichajes que ya han entrenado con el grupo hasta el momento, porque el cuarto, Vitolo, aterrizó en el aeropuerto de Málaga cuando el partido llegaba a su fin y se reencontró luego con su compañeros en el hotel de concentración. Sidnei partió como central izquierdo, Álvaro Jiménez como extremo derecho y Marc Cardona como delantero centro. Todos de golpe. También fueron novedad los filiales Palanca en el lateral derecho e Iñaki Elejalde en el extremo izquierdo. Un equipo nuevo, pero con Jonathan Viera.

Fue el primero en asustar al debutante Lecomte, portero del Espanyol, al que trató de batir con un disparo desde dentro del área que se fue demasiado alto. Se hizo hueco después de una buena triangulación entre Fabio, Loiodice y el propio capitán, pero definió mal. Chutó mejor Melamed sólo dos minutos después, pero Valles rechazó la pelota para evitar el gol. En cinco minutos, dos ocasiones. El partido era divertido.

Y continuó así fundamentalmente porque Las Palmas puso mucho más de su parte. Se tomó más en serio el asunto. Dominó los primero 45 minutos de principio a fin, en posesión de balón y en ocasiones de gol. La más clara fue la del '21' nada más empezar, pero tuvo más que un rival que sólo probó a Valles con aquel primo tiro del canterano perico.

Al mando de Viera en el centro del campo la UD llegó por la derecha y por la izquierda, donde Cardona, observado por ojeadores y dirigentes del Espanyol en la grada y Elejalde se movieron con comodidad. En una de sus subidas el lateral puso un centro peligroso que no logró desbaratar el meta francés ni aprovechar Marc Cardona, que se había pasado de frenada. Transcurría el choque por el ecuador del primer periodo.

Poco antes, Coco, llamado a tener protagonismo en la nueva UD, había disparado demasiado alto desde lejos. Por él paso buena parte del juego amarillo, tanto en la salida de balón como en la recuperación de la posesión. Estuvo tan firme como Palanca, que agradó en su estreno con unas cuantas buenas arrancadas hacia el ataque. Viera buscó el gol nuevamente tras otra gran combinación amarilla, pero sin la suerte del gol. Si hubiera sido boxeo, a los puntos habría ganado Las Palmas, pero el intermedio llegó con el 0-0 inicial.

García Pimienta cambio el equipo entero en la segunda parte. Llamó la atención la inclusión de Curbelo en el lateral derecho y de David Vicente en el izquierdo, seguramente porque Joel del Pino, el canterano elegido para competir con Sergi Cardona, está lesionado. Moleiro asumió el rol de Viera en el centro del campo y suya fue la mejor ocasión de la UD en el primer cuarto de hora. La jugada fue bonita: Raúl Navas envió en profundidad a Benito, que desde la izquierda buscó por el centro al tinerfeño, quien después de un recorte chutó con la zurda desde la frontal y estrelló el balón en el poste (59').

Después, poca cosa. El Espanyol, sin Raúl de Tomás ni Joselu en la convocatoria, careció de poder en el ataque. Sólo dos cabezazos, uno del delantero Sanmartín y otro de Calero inquietaron a Álex Domínguez, aunque sólo tuvo que actuar en una de las acciones. Al final, se marchó del partido con un único disparo con el pie, aquel de Melamed.

Tuvo la UD la oportunidad de culminar su buen partido, mejor en la primera parte, si Pejiño hubiera definido bien ante al portería rival en la última jugada del choque. La acción volvió a arrancar desde la defensa. Luego Moleiro cabalgó durante metros y metros con el balón pegado al pie y se lo entregó en profundidad al barbateño, que se había trasladado desde la banda hacia el centro, pero tiró con la puntera y la pelota se marchó fuera.