En el sur de Italia, por mucho que en la península transalpina esté instaurada la sede del Vaticano, existe una religión mayor que la del catolicismo. En Nápoles, la Iglesia Maradoniana alcanza tantos adeptos gracias a sus gestas en el Calcio como las de los versos bíblicos. Credos futbolísticos que mueven a sus feligreses a lo largo del mundo fútbol y que en Gran Canaria tiene la sede del Vierismo.
Si los versículos del sagrado libro católico relata que Jesús fue tentado y que llegó a dudar sober sí mismo. En la UD, el debate sobre la divinidad de Jonathan Viera en las últimas semanas también comenzó a mostrar sus orejas.
El «Messi (as) canario», como fue denominado por el presidente Miguel Ángel Ramírez en su tercer advenimiento tras su experiencia en el Sinaí de Beijing, sufrió un pequeño traspiés físico después del comienzo de la temporada con un empate 0-0 y tras su regreso a la titularidad, con unas tablas la última semana ante el Racing, el debate se germinó.
Ante tales cuestiones, García Pimienta salió a responder cualquier tipo de debilidad de los parroquianos de la religión que impera en Siete Palmas. «A la gente que duda de Viera, que venga el domingo –finalmente el partido se jugó ayer lunes como consecuencia de la suspensión por el impacto de la tormenta Hermine– y todo lo que queda de temporada», pronunció el catalán el viernes en Barranco Seco.
Pues vaya que acertó en sus palabras el que ahora se puede considerar el pontífice del Vaticano amarillo. Con todo lo que Pimienta prevé o dice preveer, de una forma u otra, termina acertando en su predicción. Mística o no, los resultados le avalan con cada experimento o augurio que emplea sobre el terreno de juego. Ya sea cambio de posiciones de jugadores, reformulaciones del dibujo táctico o profecías bíblicas con su mayor exponente.
Y eso que todavía Jonathan no está en la versión caminar sobre las aguas que empleó la pasada temporada para llevar al equipo al Playoff del ascenso a Primera Divisón con seis goles consecutivos en las últimas jornadas para mantener al equipo vivo de cara al objetivo de la postemporada.
Sin Viera todavía al 100% físicamente, aunque ya haya completado «el plan» que Pimienta transmitiera de ir dosificándole los minutos a su regreso del desgarro muscular que sufrió tras el choque contra el Zaragoza, es verdad que con pocos chispazos de la divinidad que atesoran sus botas ya le vale para sobresalir en esta Liga SmartBank.
Ya no es el jugador que está los 90 minutos corriendo a sprint para presionar a los rivales. Ahora, Jony es capaz de administrar sus esfuerzos a tope y detectar cuando es el momento de entregarlo todo. Saltarse ese presimar le costó la temporada pasada la lesión en la vuelta del Playoff contra el Tenerife y ya aprendió la lección.
Ayer, con dos movimientos sinuosos de su varita bastó para que la UD transformase toda el dominio que tuvo con el balón en el marcador. El primero, cuando supo cuando debía encarar y tras llevarse a dos defensas, asistió a Enzo para el 1-0; el segundo, al fabricarse el mismo el penalti que posteriormente anotó, estrenarse como goleador este curso y poner la sentencia ante el Granada.
No duden de Viera, el Messias ya está de vuelta y Las Palmas camina sobre las aguas del liderato.
