Un guiño al cielo. El pío pío que llegó desde la tierra prometida. Un escudo como plataforma sensitiva. Por Alicia y Cristina Rodríguez Rodríguez. Por sus padres José y María del Camen. Una familia amarilla hasta la médula. El club grancanario guardó anoche un minuto de silencio en memoria de las dos abonadas de la UD Las Palmas, que fallecieron hace unos días en Rumanía junto a sus padres, en un trágico accidente de tráfico que ha conmocionado al Archipiélago. Ubicadas de forma regular en la grada Sur, la presencia de Alicia y Cristina se añoró y evocó con 55 emotivos segundos. «Alentaban desde el primer minuto, sentían y querían a la UD, disfrutaban con cada partido en el estadio y para todos ha sido un golpe tremendo», valoraba Guacimara Sosa, presidenta de la Federación de Peñas de la UD Las Palmas.
Las dos jóvenes había dejado constancia de su respaldo ciego a la formación de Pimienta en las redes sociales, antes de la disputa del pulso ante el Oviedo –que finalmente se saldó con victoria para jugar la promoción–. ‘Hay que animar hasta el último segundo, siempre por nuestro equipo y arriba d’ellos’, se podía leer en uno de los mensajes de aliento. El tanto de Pejiño, que hacía el empate, fue brindado a esta familia que ya forma parte del escudo. Un ascenso por los Rodríguez, el balón como péndulo para mirar al más allá.