Reinar con un tanto de rebote

La UD, con 14 duelos con la portería a cero, festeja su novena jornada de líder gracias al triunfo más pragmático ante el Huesca | Tras el gol de Curbelo, se eleva el telón de acero

Los jugadores de la UD, con Marc Cardona con la bandera, festejan el triunfo ante el Huesca con Kirian, en primer término, ayer, junto a Naciente. | | JOSÉ CARLOS GUERRA

Los jugadores de la UD, con Marc Cardona con la bandera, festejan el triunfo ante el Huesca con Kirian, en primer término, ayer, junto a Naciente. | | JOSÉ CARLOS GUERRA / Paco Cabrera

Paco Cabrera

Paco Cabrera

La pizarra de los sueños. Ejercicio de pragmatismo con el sello del laboratorio Pimienta. Con 48 unidades en 25 jornadas, la UD recupera el liderato en un acto incontestable de oficio. La belleza de lo simple. Bastó con un tanto de rebote. Cada caloría vale oro. Eric Curbelo (48’), agazapado en el primer palo, tras burlar la figura de Andrés Fernández, aprovechó un envío de Pejiño para fumigar a un rácano Huesca (1-0). La cobardía personificada. Ese fotograma glorioso eleva a los altares a Míster Palmeras de Chocolate. El zaguero satauteño no marcaba desde el 4 de junio ante el CD Tenerife en la vuelta de las semifinales del playoff de ascenso. Su ímpetu es la bandera este equipo poliédrico.

Siempre al filo de la taquicardia, la UD se permitió la licencia de cometer errores infantiles –del propio zaguero satauteño y de Saúl Coco en un comienzo tétrico– y de estrellar en el palo un taconazo fabuloso de Jonathan Viera. Es la quinta madera del genio de La Feria. Fue el tacón de Dios. La generosidad de Marc Cardona, la aparición de Marvin Park (64’) con sus cabalgadas de fuego y la sobriedad de Fabio bien valen el cinturón de monarca de Segunda.

A falta de 17 finales, esta UD huele a Primera. Es humana, se permite ciertas licencias pero maneja de forma eficiente todos los escenarios. Ataca y defiende. Endiende y apaga los partidos. Dominio dictatorial y un triunfo de rebote –el decimotercero del curso y tercero consecutivo que le permiten sumar 25 unidades de local, por las 23 de visitante–. En comparativa con la UD de la 14-15 de Paco Herrera, también ostentaba el liderato en este punto kilométrico, con dos puntos más (50).

El inicio del pulso fue tenebroso. Abou Kanté gozó de dos ocasiones y al punta galo del Huesca se le anuló el 0-1 por fuera de juego.Los sustos de Kanté y la amenaza de Joaquín fueron una píldora macabra. Dos remates a bocajarro productos de dos desconexiones. Valles dejó otra en el tramo final al entregar el esférico a Valentín de forma alucinante, pero el ascenso está para Las Palmas.

La fortuna es la mejor compañera de viajes para besar el liderato. El resto, en ese 95%, Pimienta ha edificado sin fisuras. No hay secundarios, la UD es un dragón de mil cabezas. Nadie puede con este Lamborghini. Acostumbra la UD a pisar la alfombra del partenón con un latir adormecido. La siesta del coloso. La acción de Pejiño, para superar a Vilarrasa, emuló al golazo ante el Racing desde la banda derecha en la portería de la Curva. Centro al corazón del área y remate de Viera con un tacón imposible. Dos lanzamientos de falta del ‘21’ (30’) y un tiro de Pejiño que se salió desviado (28’), multiplicaron un discreto caudal. Marc Cardona, ante un océano de piernas –la muralla azulgrana la integraban Andrei, Blasco, Pulido, Florian y Vilarrasa–, tuvo que desplazarse al costado zurdo para encontrar el Dorado. Agitar el árbol da frutos.

El 1-0 es el lienzo de la locura. De córner, de rebote, bajo el estupor de la grada y cabreo de Ziganda. Catorce porterías a cero, cuatro victorias en las últimas cinco jornadas. Una multinacional del éxtasis.El Roque Nublo es una discoteca gigante. Contundencia, rigor, y precisión. Reinar así es poético.

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