El protagonista | De la sombra a la fama

Cristian Herrera, el renacido de la UD Las Palmas: un gol en 102 minutos y el perdón del Gran Canaria tras su espantada en 2013

El canterano, once partidos de suplente y sin minutos en LaLiga, se estrena como realizador en el primer equipo a los 32 años y es aclamado

Solo había participado ante Granada (1'), Real Madrid (90') y Villarreal CF (2')

Contra el Getafe saltó en el 85' y marcó en el 92' y alzó los brazos en señal de disculpa tras su convertida salida al Elche

Cristian Herrera festeja su tanto de amarillo ante el Getafe.

Cristian Herrera festeja su tanto de amarillo ante el Getafe. / EFE

Paco Cabrera

Paco Cabrera

El gol del perdón. Cristian Herrera, el renacido de los Picapiedras de Pimienta. Del infierno a la gloria en el partenón de los sueños. Un gol en 102 minutos. La misma aportación ofensiva que Munir en 1.108 minutos y 15 partidos.

El gesto de Cristian Herrera tras batir a Soria con pase de Marvin Park.

El gesto de Cristian Herrera tras batir a Soria con pase de Marvin Park. / EFE

El atacante grancanario, un icono de precisión y espectáculo en la cadena de filiales amarilla con un rendimiento brillante en Las Palmas Atlético, dejó la entidad en julio de 2013 para jugar en el filial del Elche -luego acabaría en el primer equipo ilicitano para estirar su carrera por los clubes de Almería, Girona, Lugo, Ibiza y su vuelta a la casa amarilla el pasado verano diez años después de travesía-.

Con 51 partidos en Primera y 284 en Segunda, Herrera marcó ayer a pase de Marvin Park para hacer el 2-0 ante el Getafe y cerrar el partido perfecto en la guerra de estilos. En el Pimienta versus Bordalás, tras anular el colegiado dos tantos a Sandro y a Moleiro, anotó el menos esperado. El estratega barcelonés reconoció su sacrificio silencioso y lo sacó en el 85'.

Alzó los brazos, como pidiendo perdón, y fue ovacionado por el templo del Roque Nublo tras empujar el cuero a la red con un David Soria batido. Se premia de esta manera la fe y el compromiso de un francotirador silencioso, implicado y que sumaba once partidos en el banquillo (sin minutos). En la misma sintonía que Eric Curbelo, jamás alzó la voz ni protestó. Su medicina fue la entrega. Y de Barranco Seco a los focos. De repente, y ante la falta alarmante de gol del cuadro de Xavi García Pimienta, el renacido hizo justicia. El día de su presentación aclaró que no estaba en deuda con la UD.

"No me siento en deuda. De todos los equipos en los que he jugado salí con la cabeza alta. Donde estuve lo di todo. Y vengo a hacer en Las Palmas lo mismo que en toda mi carrera". Dicho y hecho. Por fin, Pimienta le abrió la puerta y vuelve a ver portería en la máxima categoría.

El 6 de abril de 2015 había firmado su último tanto en Primera con el Elche ante el RCD Espanyol. Con mil minutos menos, clona la productividad menos. Y Sory Kaba suma dos partidos consecutivos sin minutos. Otra de las claves del éxito de Pimienta, no se casa con nadie. Con una estrecha amistad con Jonathan Viera, Herrera es el embajador de la perseverancia.

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