Javi Muñoz, el correcaminos silencioso

Fue el primer fichaje de la UD Las Palmas el verano pasado. Luis Helguera, director deportivo, tenía apalabrado con él que si el Eibar, el equipo donde militaba hasta junio de 2023, no subía a Primera División y el cuadro amarillo sí, le incorporaría a la plantilla. Sucedió así, y entonces el jugador iba a dar por fin el salto a la máxima categoría, en la que sólo había disputado 53 minutos en un partido con el Alavés en 2019. Más de medio año después, Javi Muñoz es titular indiscutible en el equipo revelación del campeonato junto con el Girona.

La pena para Xavi García Pimienta es que no podrá contar con él para el choque del próximo sábado (15.15 horas) en el Nuevo Los Cármenes frente al Granada CF. El interior vio frente al Real Madrid su quinta tarjeta amarilla y tendrá que cumplir un partido de sanción, lo que abre las puertas del once a Loiodice.

El ‘5’ de la UD es uno de los fichajes que salieron bien, además, a coste cero. Firmó sólo por dos temporadas, hasta 2025, aunque la intención del club es ofrecerle una ampliación de contrato y la del futbolista seguir como amarillo. Así, ambos están llamados a seguir unidos por más tiempo. De alguna manera, el madrileño representa el modelo de incorporación que define a la UD en los últimos años, en su caso, con resultados positivos hasta ahora.

Participación en cuatro tantos

Porque Javi Muñoz, nacido en la localidad de Parla hace 28 años –cumplirá 29 el próximo 28 de febrero–, no sólo es uno de los activos principales del juego de Las Palmas, sino que lo refrenda con buenos números: dos goles y dos asistencias en 22 partidos. Por tanto, ha participado en cuatro de los 22 tantos a favor del conjunto amarillo.

El mes de enero ha sido genial para el centrocampista, ya que en las tres últimas jornadas algunas de sus acciones han sido decisivas. Todo empezó en el duelo frente al Villarreal en el Gran Canaria, cuando dio el pase del tercer gol a Kirian tras una cabalgada espectacular por la banda derecha y un gran pase hacia atrás.

La semana siguiente se estrenó como goleador de Las Palmas en la cita con el Rayo Vallecano en Vallecas, donde marcó el tanto de la sentencia con un remate acrobático que superó a Dimitrievski después de un buen centro de Sergi Cardona.

La guinda la puso el sábado pasado con su segundo gol, el primero en el Estadio de Gran Canaria, frente al Real Madrid, en cuya cantera se formó como jugador. Incluso, llegó a debutar con el primer equipo en un partido de Copa del Rey en Cornellà en diciembre de 2014, a las órdenes de Carlo Ancelotti, que vio de cerca cómo el que fuera su pupilo esprintaba hacia el ataque para hacer buena la gran jugada de Sandro con un toque con el interior del pie derecho que cogió a Lunin a contrapié y que significó el 1-0 para la UD.

Ya desde la pretemporada Javi Muñoz destacó. Comenzó como titular, pero en la tercera jornada García Pimienta le sentó sin darle una explicación, como tampoco cuando volvió a elegirle. No es un entrenador que hable mucho con los futbolistas, pero el madrileño tuvo un momento de bajón por haber desparecido sin entender muy bien por qué.

Sin embargo, no decayó en su empeño por recuperar su lugar y después de cuatro partidos en el banquillo salió de inicio en el Bernabéu. Aquel miércoles de septiembre entró como parte de una rotación integral del técnico en el primer partido intersemanal del curso, pero días después, en la cita frente al Celta en casa, repitió. Coincidió con la primera suplencia de Jonathan Viera. Y ya no salió.

García Pimienta, apoyado por el club, sentó al capitán, que ya no está, y apostó por el madrileño, hoy una de las tres piezas del centro del campo de la UD junto a Perrone y Kirian. El sábado que viene Loiodice tendrá su oportunidad, pero Javi Muñoz, el correcaminos silencioso de la UD, ya se ha ganado su lugar. Un enero para guardar.

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