Marc Smit, el holandés que se ganó el cariño de Las Palmas, Kirian y las peñas

El amor por los clubes pueden llegar desde todos los rincones del mundo. Las filias por los escudos se pueden gestar por cualquier motivo u ocurrencia momentánea sin tener que mamar desde la infancia y conocer la historia de los equipos desde que se tuvo consciencia en la vida. No hace falta ir a los estadios para vibrar temporada a temporada para sentirse parte de una familia. Esa fue justo la semilla que germinó en el corazón de Marc Smit con la Unión Deportiva Las Palmas hasta que el destino decidió que se marchitara el pasado 2 de febrero.

El jaleo del tulipán errante no se escuchará desde las butacas del Gran Canaria pero permanecerá imborrable a través de las gargantas de sus compañeros de grada. El sábado durante la disputa del UD-Valencia, las condolencias en el estadio inundaron la butaca 18 de la zona de la Grada Sur y Curva donde se sentaba Marc Smit.

Por ello, el asiento del holandés se vistió con una foto suya en un cartel –observar la imagen adjunta a esta información– posando junto al Roque Nublo. Enamorado del representativo de Canarias y de los encantos de Gran Canaria más allá de los recintos deportivos.

Flores y el regalo de Álex Domínguez

La foto del aficionado neerlandés estuvo ornamentada con un ramo de flores amarillas, dos tallos del mismo color y una instantánea en la que Marc sostenía una camiseta de Álex Domínguez, el portero catalán que perteneció a la UD desde el 2019 hasta el verano pasado, cuando se desvinculó de la entidad rumbo al Toulouse.

Esa muestra de gratitud de Álex también es una seña de que Smit era querido por parte de los miembros del vestuario. Un vínculo establecido desde las gradas hasta el césped incluso con los jugadores que no tenían tantas oportunidades como el guardameta.

El holandés firmaba su fidelidad con la Unión Deportiva con su presencia en las butacas del Gran Canaria. Abonado del club y miembro de la peña Amarillos por el Mundo, su recuerdo no se va a olvidar a pesar de que ahora descansa en paz.

A sus 35 años, este amanto del fútbol nacido en Rotterdam no pudo ganarle el partido a un cáncer. Una enfermedad que le brindó un vínculo con uno de los estandartes del club, Kirian Rodríguez, que compartió impresiones con él en la batalla por el bicho al que sí pudo superar el hoy capitán de Las Palmas.

Por ello, el de Candelaria tuvo un gesto que le eleva a los altares del señorío a la conclusión de la victoria frente al conjunto che. Refinado con el brazalete en su brazo y elegante en su discurso.

La memoria del capitán

Apareció Kirian con una camiseta con el dorsal 20 en el pecho en la zona mixta. Muchos hubieran pensado que era la suya en un primer momento porque es el mismo número que porta el tinerfeño. Pero había un nombre distinto sobre el dígito: Marc. 

Una vez percatado de esta diferencia, otros hubieran pensado que era por homenajear al MVP del choque, Marc Cardona después de su asistencia y tanto para el 2-0 contra el Valencia.

La respuesta llegó con sus declaraciones. «Marc es un aficionado de Holanda de la UD, que falleció hace una semana de cáncer. Tenía contacto con él y esta es la manera de simbolizar lo que él significaba para la Unión Deportiva y lo que el club significaba para él. Vi que en su entierro pusieron una camiseta mía y hoy [por el sábado] me la he puesto en honor a él», indicó el capitán.

Presencia amarilla en Holanda

La usuaria de la red social Twitter, @miriamod88, compartió una instantánea del momento de la ceremonia de despedida de Marc en Holanda en la que se podía contemplar su féretro abrigada con una bandera de Las Palmas y varios presentes, que además cargaron con el ataud, portaban la camiseta del equipo insular.

Asimismo, los mensajes de cariño de distintos aficionados de la Unión Deportiva, representantes de peñas del club y particulares inundaron las redes sociales para honrar el recuerdo de un gran amante de Las Palmas.