El vestido largo ha sido el eje de la colección de Juanjo Oliva, quien quiere que esta prenda abandone las ocasiones especiales y "pueda utilizarse en casa y en la calle", ha explicado hoy a Efestilo, momentos antes de salir a la pasarela.

Según el diseñador, se trata de dar una vuelta de tuerca a la moda y no verla como un simple escaparate: "La moda hay que vivirla y ponérsela y por eso hay que ayudar al público a desearla y comprarla".

Por ello, el diseñador madrileño ha trabajado tejidos más fáciles para sus vestidos de tal forma que puedan meterse en una maleta sin que se arruguen.

En esta apuesta por una elegancia cómoda, Oliva ha alargado el bajo de los vestidos y también de los tacones. "Me encantan los tacones, pero hay que ser realistas, se venden de una forma anecdótica", ha comentado.

Muchas de las tendencias que se han visto en la colección proceden de las necesidades y gustos de su propias clientes, quienes en la intimidad del taller le han pedido que una moda más ponible.

El desfile comenzó con un mono con tirantes a modo de cadenas, prenda a la que siguieron una serie de vestidos cortos con falda de vuelo y potentes escotes en la espalda y en el pecho, todos ellos en tonos beige, azul, granate y morada.

A continuación, el diseñador sacó a la pasarela una falda larga de talle alto conjuntada con una delicada blusa y otra serie de vestidos hasta los pies con manga larga bañados en verde agua, lila, blanco roto, grises y naranjitas.

En toda la colección ha reinado las líneas longitudinales y los patrones lánguidos y vaporosos, que en varias ocasiones el diseñador han adornado con sutiles y elegantes volantes.

Con organza estampada y dorada, Oliva ha cosido tres maravillosos vestidos que se encargaron de cerrar el desfile con una puesta en escena que recreaba un lujoso salón. "La organza es el tejido más importante de la colección", ha confesado.

Mención a parte merecen los bolsos caja, que unas veces han aparecido con estampados militar de camuflaje y otras realzados con pompones o pelo de zorro.