Con la primavera ya avanzada y los calores propios de esta época que preceden al verano, la elección del calzado es fundamental para la salud de tus pies. Y es que si algo está claro es que no sólo hay que escoger algo que se adapte a tu estilo y a tu gusto, sino que la comodidad con las altas temperaturas es clave a la hora de decidirte por un zapato, sandalia o bailarina en concreto.

La importancia de los tejidos y estampados con colores atrevidos y combinaciones diferentes son tendencia en esta temporada en el calzado, que cobra un protagonismo especial cuando llegan los meses de calor. ¿Quién no se pirra por las sandalias en todas sus versiones?

Por eso, y para evitar que tanto tus pies como tú sufras los avatares del calor y sus consecuencias en forma de ampollas o de lesión, te proponemos 7 tips para escoger el calzado más cómodo y disfrutar a tope del verano.

  • En primer lugar, la calidad en la elaboración del calzado es esencial. No es que lo barato salga caro por su durabilidad, sino que al final los materiales de calidad en esta temporada ayudan a que tus pies estén envueltos con garantía de transpiración y ajenos al sufrimiento.
  • La flexibilidad es esencial en primavera-verano. La napa o los tejidos dúctiles son los que mejor se adaptan al pie y hay modelos irresistibles con estos materiales.
  • Cuando te lo pongas, comprueba la plantilla. Si la amortiguación en la pisada es natural y confortable, no sufrirán ni tus rodillas ni la planta del pie. Además, con el calor las plantillas suelen transmitir esa sensación al pie. Una plantilla indeformable también es muy buena opción.
  • Importante: si dudas entre dos tallas siempre escoge la mayor. Ten en cuenta que con el calor el pie se dilata y es conveniente tener este aspecto presente si lo sufres de forma habitual.
  • Para las sandalias de verano ten en cuenta la importancia de la sujeción del pie. Al ser un calzado más inestable si no sujeta bien el pie puede provocarte de forma innecesaria lesiones en los tobillos por malas pisadas.
  • La importancia de la suela. En primavera-verano, las suelas del calzado no tienen que ser excesivamente finas. Se recomienda un grosor intermedio y que sea antideslizante, con el fin de evitar daños en la pisada.
  • El período de adaptación en el uso del calzado estival es esencial. No hagas un uso intensivo en los primeros días y vete adaptándolo poco a poco. Así conseguirás una mayor sensación de comodidad.