El truco para cumplir con éxito el détox digital: una cárcel para el teléfono móvil

¿Cuántas horas al día usas el móvil? Este nuevo método puede ayudarte a gestionar el control sobre el uso del teléfono

Unos escolares recogen sus móviles tras salir de clase.

Unos escolares recogen sus móviles tras salir de clase. / EMILIO PÉREZ DE ROZAS

Estamos enganchados al móvil y el bombardeo de mensajes y notificaciones que recibimos a través del dispositivo es abrasadoramente constante. De la oficina, del chat del colegio, de la familia, del grupo de amistades, de los hijos, de las redes sociales... El teléfono móvil está presente en el 99,5% de los hogares con al menos un miembro de 16 a 74 años, según datos del INE de 2023.

Los avances de la telefonía móvil son indiscutibles, pero con el progreso ha llegado el exceso de uso. El 53,2% de los jóvenes españoles admite utilizar sus smartphones de manera excesiva, lo que pone de manifiesto una rotunda dependencia de estos dispositivos, según un estudio realizado en febrero por la fundación Fad Juventud. Este tipo de conductas son alarmantes ya que pueden derivar en adicción, un trastorno que nos aleja de la realidad y limita las potencialidades de cada ser.

¿Qué es la adicción al móvil?

La adicción al móvil es una dependencia excesiva y poco saludable a los teléfonos móviles. Es habitual que la persona encuentre un placer en un comportamiento repetitivo vinculado al móvil, ya sea actualizando constantemente las redes sociales, enviando mensajes, realizando llamadas o apuestas online. Se considera que una persona es adicta si lo usa más de cuatro horas al día.

Las personas que están totalmente enganchas a sus smartphones suelen padecer nomofobia que es el miedo irracional a estar sin el teléfono móvil. Este sentimiento suele ir acompañado de un sentimiento de ansiedad cuando se quedan sin batería o pierden la cobertura.

Algunas influencers, como es el caso de la ilustradora Raquel Córcoles, más conocida en Instagram como Moderna de Pueblo, ha explicado su experiencia al utilizar este tipo de artilugios. "Soy una yonkimóvil", reconoce en una de sus viñetas donde relata cómo ha conseguido controlar las horas que dedica a su smartphone y volver a disfrutar de experiencias como leer un libro si distracciones.

Cárcel para móviles: la nueva moda para frenar la adicción al teléfono

Ante los crecientes datos de adicción y gracias a las herramientas sobre el control de consumo que los teléfonos actuales incorporan en sus dispositivos, cada vez más son los usuarios que deciden poner un control al uso excesivo de sus móviles. Existen varias opciones para regular el uso de aplicaciones, como por ejemplo, programar el tiempo límite para aquellas aplicaciones que más adictivas resultan, como pueden ser WhatsApp, Instagram o TikTok.

Otra alternativa, un poco más sofisticada, es adquirir una cárcel para el móvil. Este tipo de dispositivos puedes utilizarlo para bloquear los teléfonos de tu familia o amigos, para que puedas tener conversaciones cara a cara. Es una prisión de plástico fácil de montar que está especialmente diseñada para adaptarse a todo tipo de smartphone.

Existen cárceles de móvil para dar cabida a varios teléfonos y también para un solo dispositivo si lo que se busca es una desconexión de autocontrol.

Se apagó el teléfono móvil.

Derecho a la desconexión digital

Pese a que España fue de los primeros países de la Unión Europea en legislarlo, la desconexión digital no existe: el 60% de empleados contestan mensajes laborales en vacaciones. Un informe de la consultora Kantar ha cifrado en 1.602 el número medio de correos electrónicos sin leer y en 47 los WhatsApp sin responder. Y eso que, según una reciente encuesta de Infojobs, seis de cada 10 españoles responde llamadas, mensajes o correos del trabajo durante las vacaciones, un porcentaje inferior a 2021 (cuando la cifra ascendía al 74%) pero, aun así, muy abultado.

Desconexión digital en vacaciones.

Desconexión digital en vacaciones. / Elisenda Pons

Y no solo ocurre en periodos vacacionales. El resto del año, el 72% de los trabajadores se conecta al trabajo, siempre que es necesario o de forma esporádica, fuera de su horario laboral.

Hábitos que los expertos señalan que hay que modificar para que no interfiera en el ánimo de los trabajadores y en posibles problemas de ansiedad y depresión.