Un águila que escapó de su dueño de Gran Canaria fue a parar a la isla de Tenerife, donde unos socorristas de un complejo de apartamentos y un biólogo que estaba en la playa la rescataron en apuros en Punta del Hidalgo. El ave estaba siendo picoteada por varias gaviotas que se la estaban comiendo. Sin embargo, la rápida intervención permitió poner al animal a salvo.

El dueño de este ave rapaz ya había alertado de su desaparición, por lo que cuando los rescatadores informaron a un centro de protección de animales de Tenerife de la presencia del águila, ya tenían información de que su propietario había dado cuenta de su marcha.